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ley Ismael, extrañado y lleno de rabia, exclamó: "Toma esa figura, perro cristiano, tuya es." Sea de ello lo que fuere, son esos pormenores que no podemos dilucidar, ya que, a pesar de nuestras muchas investigaciones, no hemos logrado dar con el protocolo de la mencionada redención. Por eso mismo tampoco pode– mos señalar la fecha exacta en que fue rescatada definiti– vamente la imagen de Jesús del poder de los moros. Quizá haya tenido lugar el 28 de enero de 1682, fiesta de la aparición de Santa Inés. En ese día la Esclavitud de Jesús prescribía en sus Constituciones se tuviese Comunión ge– neral "en memoria de haber sido el en que quedó por propia de la Religión y enajenada de los infieles la santísi– ma imagen de Jesús". Fueron rescatadas al mismo tiempo otras dieciséis imá– genes, procedentes igualmente de la iglesia de Mámora, siendo en total las siguientes: "Una de Jesús Nazareno, de cuerpo natural, con su tunicela de tafetán morado; un Santo Cristo de alabastro, de una vara de alto; un Santo Cristo de azabache, de tres cuartas de alto; un Niño Jesús de talla, de una vara de alto; otro Niño Jesús de talla, más pequeño; una Nuestra Señora del Rosario de talla y esto– fada, con su peana y manto de tela; otra Nuestra Señora de la Concepción, vestida; otra Nuestra Señora, de talla y estofada, con el Niño Jesús en los brazos, más pequeña; otra Nuestra Señora en tabla, con el Niño Jesús en los brazos; San Miguel Arcángel, Patrono de la plaza de Má– mora, de cuerpo natural y entero, con su peana sin el diablo, que no lo quisieron rescatar; un Angel de la Guar– da, pequeño, de tabla y estofado; un San José con el Niño Jesús de la mano, de talla y estofado, con su peana; un San Francisco, de cuerpo natural, de talla y estofado; un San Antonio de Padua, de cuerpo mediano, de talla y estofado; un San Diego de Alcalá, de cuerpo natural, de 42