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detrás y un tanto elevados se sitúan los asientos para el sacerdote y concelebrantes, con respaldo y pretil de már– mol. A·1os lados laterales arrancan dos escalinatas de diez peldaños, que llevan al pequeño altar donde está el Sagra– rio en lugar alto y destacado. Y, haciendo en cierto modo de retablo, está el grandioso y artístico mosaico, realizado por Santiago Padrós en 1976. Hacen de centro del mismo el Sagrario y la figura simbólica del Cordero con diversos ángeles alrededor. En los paños laterales puso Padrós, también en mosaic,o, a San Francisco y Santa Clara de Asís, a un lado, y al otro a San Lorenzo de Brindis y Santa Verónica de Julianis, representantes los dos prime– ros de la Orden Franciscana y los otros de la Capuchina. De cada uno de los extremos del presbiterio parten dos escalinatas, de subida y bajada, que llevan al camarín, amplio y capaz, de 12 metros de ancho y 6 de fondo . En el centro del mismo está erigido un bello templete, sostenido por cuatro fuertes columnas y en su parte baja y del medio está instalado el sencillo altar en el que está la imagen de Jesús, a fin de que cómodamente pase la gente y pueda besar el pie del Nazareno. Cada extremo del camarín lleva una verja para embellecimiento y juntamente seguridad de la imagen; al lado de la verja de la izquierda hay una estancia para que los devotos que lo deseen puedan subir al camarín y hacer allí sus oraciones, lo que pueden reali– zar a todas las horas que esté abierta la iglesia. Para completar la grandiosidad del camarín también en 1967 el citado Santiago Padrós revistió la pared de fondo con precioso mosaico. A la misma altura del camarín pero en la parte contra– ria, es decir, sobre el ·pórtico de entrada, está el coro, amplio y capaz, iluminado por la hermosa vidriera que llena gran parte de la fachada de la iglesia. Tiene 7 metros de alto por 5 de ancho, siendo ejecutada por la acreditada 100

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