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cuenta de qué manera logró meter soco:.: rro en fa plaza que tanto á.nteresaba a España conservar en su poder, ya que .estaban todos aquellos alrededores pla– ga,dos de enemigos de nuestra tranquili– dad, ávidos y duchos .. en lo.grar. que su . avidez se colmara de hacernos frecuen– te presa. Y fué allí precisamente donde se hizo el má::dmo cautiverio, la superlativa fe– lonía, en la imagen de Jesús, que ven– dría a su país más apasionado después de que palabras amantes, manos piado– sas, fueran suavizando lo que ya las es– padas ni los desplantes de los más ví– gorosos lograran de los infieles. Las Aventuras del capitán Alonso de Contreras, que han vuelto a ver la luz nafal, y que hemos utilizado paira dar. su mayor .écilor a la plaza de la Márnora, fueron publicadas por vez primera en el año 1900, y en el "Boletín de Ja Acade– mia de la Historia", por don Manuel Serrano y Sanz. 38