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¿QUIEN ES ELLA? 47 »para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos, vencedor del Pecado y de la Muerte, »para aumento de ·la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, »con la autoridad de N. S. Jesucristo, de los biena– venturados Apóstoles Pedro y Pablo, y nuestra, »proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria ce– lestial. »Por eso, si alguno se atreviese -lo que Dios no permita- a negar, o a poner voluntariamente en duda, lo que así por Nos es definido, sepa que se ha sepa– rado totalmente de la Fe divina católica.» ¡Hermosa coincidencia! El último dogma de fe nos asegura sobre el final de quien, escogida para ser la criatura del Encuentro y del Remedio, remata su trayec– toria -¡primera en todo!- siendo también nuestra Ade– lantada. Ese su final ha sido un misterio tal de belleza, que merece ser algún tanto desentrafíado.