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¿QUIEN ES ELLA? 1l. lado tuvo que hablar a la concentración penitencial de las Asociaciones Marianas, y empezó así su predica– ción: «Es una opinión ampliamente difundida, que la ve– neración mariana ha sido frenada por el Concilio. Se funda tal opinión en una doble base: por un lado, el escrutinio de combate que se tuvo el 29 de octubre de 1963, por el que se decidió (1.114 votos frente a 1.079) que la Virgen no dispondría de un «esquema» propio, como se tenía proyectado desde el principio, sino sólo de un capítulo en el «esquema» sobre la Iglesia; y por otro lado, la advertencia contenida en dicho capítulo, pidiendo a los teólogos y predicadores, que «se abs– tengan con cuidado, tanto de toda falsa exageración, como de una excesiva estrechez de espíritu, al tratar de la dignidad de María... y que eviten con diligencia todo aquello que, de palabra o de obra, pueda inducir a error a los hermanos separados en cuanto a la verda– dera doctrina de la Iglesia... Aunque tales textos no puedan aducirse de ningún modo en favor de una desvalorización del culto ma– riano, el retroceso es patente. Hemos llegado ya al extremo de que, por ejemplo, en un país vecino (apunta, sin duda, a Holanda) son muchos los que omiten toda mención de la Madre de Dios en los textos de la misa; y sabemos también has– ta qué punto están llegando las dudas o ambigüedades sobre el nacimiento virginal de Jesucristo (y en conse– cuencia, sobre la perpetua virginidad de su Madre) ... » A los datos que apunta Mons. Graber, cada uno de nosotros podría añadir no pocos más, porque todos va-