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de la.Misión Venezolana vino el distinguido ingeniero astróno– mo Dr.. Duarte y eligualmente distinguido como ingeniero astrónomo, Luis Felipe Vegas. Llegaron por Kinó (Brasil) a Roraima. Los brasileros tenían· gran interés en tener siquiera una partecita de Roraima a donde había ido en su célebre. excur– sión el general Rondón. Toda la altiplanicie, según la división hecha en tiempo (formaba parle de ella el Dr. Elfas Toro), pertenecía a la Guayana Inglesa, pero los brasileros no se con– formaron con aquella división y exigieron que se remontaran los propios ingenieros.a la cima. En aquellos días -no .recuerdo si de diciembre o enero– resolvimos una excursión al Roraima, el general Casado, Peña, un servidor y algunos policías. Dormimos en Apiyai-Kupué, al día siguiente, junto a una quebrada torrentosa tributaria del Yuruaní, llegando al tercer día temprano frente al Roraima, donde había unas chozas de indios. Estábamos subiendo al Roraima y me dio fiebre, por lo que fui a esperados a ,f\:rabopo (A:rawe-pué), donde estaba el asiento de las Comisiones. Fui recibido, lo mismo que Casado y Peña, al día siguiente, con grandes atenciones, comiendo en compañía de la Comisión Venez.olana. El domingo, al día siguiente de mi llegada, com– pletamente libre de la fiebre por la diligencia del Dr. Briceño Rossi, distinguido médico de la Comisión Venezolana, pude celebrar la Santa Misa, a la que asistieron los miembros de las tres Comisiones, la inmensa mayoría del personal y gran canti'– dad de indios. En la tarde, me avisaron que un miembro del personal de los trabajadores de la Comisión Inglesa se quería confesar porque estaba muy enfermo, pregunté si sabía castellano.y me contestaron que sí. Efectivamente, en un castellano aceptable .. hizo una confesión como la pudo hacer cualquier aldeano ins-: · · truido en religión de Europa. -Yo, me dijo, soy de Erika, un pueblo de indios venezolanos que, cuando la guerra, se bajaron por el Cuyunf y el Esequibo y· se establecieron allf. Nuestros padres hablaban castellano y aun cuando nuestros hijos hablan y escriben el inglés, nosotros todavía seguimos hablando caste– llano. En Morahuana ya me había encontrado con una religiosa medio india que hablaba castellano y, lo mismo que me dijo este. viejo trabajador inglés, estaba llena de alegría de haber 86

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