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LOS PIACHES O PIASAN Al enfermarse un indio de cuidado, llaman al piache, quien es médico y sacerdote en una sola pieza. Cura mediante los secretos recibidos del piasán que lo doctoró empleando los secretos de que está dotado para .evocar a Mawarí y hacer que éste cure al indio. Mawarí, que mora en las serranías altas donde se forjan las tempestades, es el espíritu que enferma a los indios cuando está bravo. A las tempestades, truenos y relámpa- · gos, los consideran como manifestaciones de su enojo. Para hacerse piasán, se t~lada con el viejo piasán a un bosque. Allá llevan sólo cazabe y cantidad de tabaco. Previo un ayuno riguroso y largo, le da a tomar zumo de tabaco en canti– dad, que lo hace permanecer inconsciente, hasta varios días, según la resistencia de su naturaleza. Al volver en sí, le da cazabe con agua a fin de reanimarlo y se· interna con él una noche o más, y allí le comunica los secretos para curar. Le da las piedras que tienen virtud de curar; lo ejercita en el canto durante toda una noche, le enseña los secretos para ser ventrílo– cuo, de manera que imite las voces de muy diversas personas. Le enseña a manejar las ramas y a agitarlas de modo que imite perfectamente el vuelo de diversos pájaros, bajo cuya forma se presenta Mawarí. La resistencia del tórax y la garganta para poder pasar toda una noche con cantos .guturales, verdaderos berridos, son admirables y creo que llegan a agotar la resisten– cia humana. Lo mismo sucede en el beber cantidades grandes de zumo espeso de tabaco. Mi criterio personal es que, en las noches que pasa en el bosque con su maestro, suceden cosas misteriosas, inexplica– bles, sin la intervención diabólica. Al escuchar en el seno de la más absoluta confianza, y con fa reserva propia del hombre honrado y consciente, el piache que, en las pruebas manifiesta un. auténtico heroísmo, y tratándose de un hombre completa– mente equilibrado e inteligente, hay motivos más que suficientes para tener por cierto lo que dice. Y el indio afirma, con la m.ayor reserva y después de haber dado pruebas muy repetidas de absoluta confianza, que ha visto al gran Espíritu o Gran Mawarí y hace de él una descripción semejante a la que se 71