BCCCAP00000000000000000000905

Estanislao de Peridiello a Los teques a pasar unos días en el Colegio del Dr. A.rocha. . Hice el viaje en compañíá del Dr. Coronil, quien me habló de las Misiones, pues me dijo que había nacido en Guasi– pati, si m~l no recuerdo. Yb le .manifesté mi interés por las Misiones, conviniendo ambos estar en armonía los motivos patrióticos que él tenía-y los motivos religiosos que a mí. me animaban. Me hizo ver que tenía bastante influencia· con el General Gómez y que le iba a hablar sobre la restauración de las Misiones. Debido a gestiones del Dr. Coronil y de algunos más, por aquellos años, el Congreso dio una Ley de Misiones completamente inadecuada, como el P. Froilán de Rionegro y un servidor se lo hicimos ver a amigos Representantes, a quienes animá.bamos para que restablecieran las Misiones. Fue estando de Superior de Utuado en 1924, cuando recibí del P. Provincial .la obediencia (después de haberme consultado) para ir a las Misiones de Guayana, por tanto tiempo suspiradas. Mucho sentí dejar aquel campo de trábajo misional, convertido, después de 20 años de trabajos apostólicos, llevados a cabo por nuestros Padres, en la Parroquia más floreciente de la Isla, como lo consignó Mons. Caruana en la visita pastoral del año anterior. Jamás sentí mayor dolor. Al ausentarme de mi querido Utuado, casi me arrepentí de haber aceptado ir a la Misión. Al despedirme de Los Cab.alleros de Colón (de cuyo consejo era fundador), vi correr lágrimas de algunos séñores, cosa que me partía el alma. Llegué a Caracas el día de San Pedro y a las once y media me puse a decir misa por el inolvidable José. Gregorio Hemández, pues sé cumpl(an 5 años, según creo, de su muerte. El la había predicho el 17. de marzo de.1918, delante del cadá- ver de su hermano Pedro Luis. · · Aquí pasamos julio y agosto y preparamos la expedición para el 2 de septiembre, 9 misioneros. Una joven, que iba a cumplir los 18 años, dotada de un _ talento despejado, de una piedad solidísima y una angelical inocencia, llamada Josefina Frágenas, me vino a despedir con su mamá. Yo era muy amigo de la familia y había trabajadÓ en vano la conversicSn de Don Adolfo, su papá, enredado en la Masonería. · 13

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz