BCCCAP00000000000000000000905
por baber evitado un día de luto a Caracas en la última revuelta de los estudiantes, y dándome cuenta del papel decisivo que había de desempeñar en el provenir, aproveché la ocasión para decirle: -General, aquella región hoy no tiene importancia para Venezuela, por tener otras mucho más ricas, más fértiles, con buen clima y muchísimo más cerca de las vías de comunicación; pero Venezuela no debe abandonar la región de la Gran Saba– na, tan extensa como los tres estados de Los Andes, pues yo calculo que no tendrá menos·de 30.0()() kilómetros cuadrados (cuando los ingenieros la midieron les dio 35.000 km2). Tiene un clima primaveral todo el arlo y uniforme en toda la región,· encierra entre otras bellezas naturales las cascadas mayores y más béllas de Venezuela y quizás del mundo entero. Y domina las tres hoyas hidrográficas de la América del Sur y equidista de casi todas: de la del Orinoco, de la del Esequibo y de la del Amazonas y Rionegro, perteneciendo toda la parte cultivable a Venezuela. -Padre -contestó el General- como estoy sumamente ocupado no podré retener eso,· así es que le ruego me lo escriba y me lo mande al Ministerio de Guerra, añadiendo la palabra "parti– cular". Así lo hlce al llegar a Santa Elena de Wairén. Salimos en los primeros días de octubre de Maracay en uno de aquellos Late primitivos de la Aviación Francesa de la Guerra de114 al 18; eran sumamente incómodos y producían un ruido ensordecedor. En el viaje tuvimos dos percances que pudieron traer serias consecuencias: uno ·fue que, sacando fotografías de unos trabajos hechos en San Juan de Los Morros, pasamós a unos 10 metros de unos de los picachos conocidos con ese nombre. El otro fue entre San Femando de Apure y Ciudad Bolívar, por la escasez de gasolina. Subió el avión hasta perderse de vista la tierra, produciendo en los viajeros la idea de que se había volteado. El ·aviador Chenú nos comunicó por un. papel los dos per– cances, que pudieron ser graves. Atravesamos varias veces los saltos del Caroní cerca de San Félix y a las 6 y 1/2 de la tarde aterrizamos en Tumeremo, mareados y maltrechos de tan largo viaje. Sólo se detuvo media hora en Ciudad Bolívar. En Tumeremo, procuramos que el viaje prosiguiera lo más rápidamente posible y para eso nos preparamos con lo más 118
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz