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y podíamos ir allí en busca .de curiaras. Efectivamente, era domingo y estaban muchos indios de Apoipué en el' río y nos pasaron sin la menor dificultad. Allí encontramos al Capitán Jorge con unos 130 indios .con quienes estuvimos tres días. 1.levamos a cabo todo cuanto habíamos hecho en Wonkén y también estos indios nos recibie– ron muy bien. Les éompré dos novillas que tenían·y les ofrecí mandarles una vaca, para que bebieran leche y, cuando fueran muchas, iba yo y matábamos una res para hacer un kachirí. Quedaron muy contentos, dándome el· Capitán Jorge a su hijo más. pequeño para que lo educara en la Misión. Este indio llamado José fue muy buen albañil y muy afecto a los Misione– ros. Como había estado el General Wenceslao Casado hacía poco y me había dicho que no había sino unos diez o doce hombres, pues las mujeres se habían muerto todas con la gripe, llamé a Jorge y le dije lo que Casado me había dicho. El me contestó:. -Nosotros tenemos miedo a los blancos y escondimos en el monte a las mujeres. A cambio de cosas sin valor, se quieren llevar a nuestros niiíos y nósotros no queremos eso. Aquí se ven los medios de que se valían los indios para defen– derse y defender a sus familiares frente a los que con frecuencia cometían abusos con ellos. Salimos, los tres indios y un servidor, para Santa Elena por un camino más breve que el que conducía a Luepa, pero, como todos los de la margen derecha de Kuquenán son suma– mente escabrosos, pues los cerros entre las quebradas son altos y muy pendientes y llenos de piedras cortantes. El viernes acampamos al lado de una de las quebradas, pero la Hegada coincidió con un intenso aguacero, dándonos apenas tiempo para no mojamos. Quedó. todo el bosque cubierto de agua por no estar pendiente. Escurrió pronto, pero se nos presentó el problema del fuego, pues no había ni una rama seca. Perera comenzó a cortar astillas en un árbol seco caído, hasta llegar a fa parte seca. Una vez que vio hasta dónde no pudo penetrar el agua, sacó unas virutas secas, prendió fuego y a los pocos minutos teníamos una hermosa hoguera que sirvió para secamos y preparar la comida, y aun duró.toda la noche. El fuego es el gran compañero y amigo del indio, lo mismo que el agua; sirve para alejar las culebras, el tigre y 106

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