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78 SEMINARIOS DE MISIONEROS a las sugerencias del ministro regalista. Po:'.' lo que se. refiere a la de Aragón, puede asegurarse que sus conterráneos no tardaron en realizar sus deseos. Los superiores adoptaron las ordenaciones aprobadas por el Papa 184 y eligieron el convento de Borja, diócesis de Tarazona y provincia de Zaragoza, como sede del Seminario de Misioneros 185 • En 1783 el inquieto P. Romualdo de Friburgo deseaba trasladarse a él, accediendo a los ruegos del superior local, para impedir que se cerrara; y esto prueba que la vida del Semi– nario no era tranquila y esperanzadora 186 • No deja de sorprendernos cómo el P. Colindres, que a me– diados de 1764 visitaba la provincia de Navarra, después de haber puesto en marcha los Seminarios de Sanlúcar y Monóvar y casi ultimado el proyecto del de Toro, no lanzara por lo menos la idea de una fundación similar. Como tenía por costumbre, publicó las ordenaciones oportunas para salvaguardar la observancia de la vida capuchina e incluso un reglamento especial para los jóve– nes clérigos 187 , pero no hemos hallado ni una alusión siquiera al establecimiento de un Seminario de Misioneros. La idea surgió ocho años más tarde, como consecuencia de la consabida entromi– sión de Roda. En la congregación definitoria! celebrada en febrero de nuestra disertación; y, en segundo lugar, porque no gozó de la categoría de convento de retiro sino a partir del año 1827. Cf. Eduardo VIVAS, El antiguo con– ·vento capuchino de Calella 11 su Orden Tercera, Barcelona 1955, 67-76. 18 4 Un ejemplar de las Ordenaciones para los Mi.<noneros de Aragón se con– serva manuscrito en la Biblioteca Provincial y UniverEitaria de Barcelona: Leg. Miscelánea del Archivo de Padres Capuchinos. Tomo V. Cf. MARTÍN DE BARCELONA, O.F.M.Cap., Inventario de manuscritos referentes a la historia de nuestra provincia capuchina de Cataluña, en Est.Franc. 26(1921) 446. 18 5 Se puso la primera piedra de este convento el 22 de junio de 1622. « Sirvió de Colegio de Misioneros entre los religiosos de Aragón, en el que sus moradores llevaban una vida de singular austeridad y ejemplaridad» (!LDEFONSO DE CIÁURRIZ, O.F.M.Cap., La Orden Capuchina en Aragón, ZaTagoza 1945, 25; CELESTINO DE AÑORBE, La antigua provincia de Navarra 11 Cantabria, 92). 186 El P. Romualdo escribía desde Constanza el 16 de mayo de 1783 al príncipe abad benedictino de S. Blas (Selva Negra) Martín Gerbert, pidiéndole su apoyo para fundar un Staufen (Baden) un establEcimiento parecido a estos Seminarios: « Ex conventu nostrae reformationis, quan: meus P. Minister Gene– ralis Hyspanus, Viennae defunctus, introduxit et ClemenE XIV regi catholico recom– mendavit ad protectionem, in civitate Borgia regni Aragoniae, ne sicut alii con– ventus similis observantiae, pariter a fato Ministro Genernli stabiliti, destructionibus eversi, cadat, illius superior opinione non vulgari religiosissimus, hoc mihi dedit et suggesit consilium: ut tentarem ab arbore succidenda ramusculum in bonam olivam inserere. Si vero mihi non succederet ad vota, tune ad eum me conferam, ut, qui per Dei gratiam in reformationis nostrae tam arduo negotio plus omnibus aliis zelantibus sudaveram, ibi fructus colligam in exitu Israel. Illuc enim canos meos reducere determinatum habeo, si me spes ista fefellerit » (Arthur ALLGEIER, Vier Briefe des Kapuziners P. Romuald Baumann aus Freiburg i.B1·. an Fürstabt Martin Gerbert von St. Blasien, en Coll.Franc. 20[1950) 123). 1 8 7 El texto de este reglamento ha sido publicado en Coll.Franc. 29(1959) 68-73.

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