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APROBACIÓN PONTIFICIA 53 sobre el seguro de que conseguida aquella, no se encontrará en ésta dificultad alguna » 121 • Tampoco la comunidad de Sanlúcar veía tranquilo el hori– zonte. La muerte del fundador podía arrastrar consigo la des– aparición de su obra, pues no se le ocultaba que había dado sus primeros pasos en el ambiente oficial de la provincia muy poco favorable. Por tanto, para prevenir posibles dificultades y desbro– zar el camino de obstáculos reales, se dirigieron a Roma, exponien– do la situación precaria en que se hallaban y pidiendo orienta– ciones claras y seguras 122 • La respuesta no fue de su plena sa– tisfacción, y como no había un representante responsable en la curia que defendiera los intereses de las provincias españolas 12 ª, buscaron ayuda y protección en las esferas oficiales de la corte. Con ello los ministros regalistas apuntaban otro tanto a su fa– vor. El rey tomó bajo su protección el Seminario, prometiendo defenderlo como cosa suya. Y el 20 de enero de 1767, Manuel de Roda, suponiendo que habían pedido oficialmente la aprobación pontificia, escribe a Azpuru que la apoyara con todo empeño. El 12 de febrero el embajador se declaraba de acuerdo, pero añadía que no podía por el momento hacer nada, pues no se había entablado aún el recurso. Merece leerse íntegro el despacho, por– que expone en sus pormenores la cuestión, y la carta de Roda a que se alude, no es conocida: « Quedo instruido por la de V.I. de 20 del pasado [enero] de haver recibido el Rey bajo su soberana protección el Colegio y Seminario de Misioneros Capuchinos, que en el convento de S. Lúcar de Ba– rrameda a instancias de algunos Religiosos de él, y con acuerdo de los PP. Provincial y Definidores de aquella Provincia estableció el venerable Fr. Pablo de Colindres, su General, bajo las leyes y cons– tituciones que formó el 2 de febrero de 1764, y han observado cons– tantemente aquellos Religiosos de aquel convento, esperanzados de que luego que llegase a esta Corte dicho General aseguraría con Consti– tución pontificia dicho establecimiento, como lo había ofrecido; y no tuvo efecto a causa de haverle prevenido la muerte en Viena en eI mes de junio del año próximo pasado; lo que les hace temer la. insubsistencia de aquel Seminario, en que convino aquella Provincia más forzada que voluntaria; mayormente haviendo notado algún 121 Arch.Emb., leg. 881, f.82-83. rnz Los documentos de la corte de Madrid aluden repetidas veces a este· recurso, pero el definitorio general lo niega en su informe del 29 de febrero del 1768. 123 Desde la muerte del P. Colindres ningún español :formaba parte del de-• finitorio general. Residían en la curia los PP. Fidel de Santurce, secretario del gene– ral por la lengua española, y Gregorio de Zaragoza, secretario del procurador. CL CELESTINO DE AÑORBE, La antigua provincia de Navarra y Cantabria I, 352.

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