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22 SEMINARIOS DE MISIONEROS 3. El Seminario de la villa de Monóvar Al llegar a la provincia de Valencia en febrero de 1764, el P. Colindres no atravesaba las fronteras de un reino para él desconocido; hacía veinte años que había entablado su primer contacto oficial con aquellos religiosos. He aquí cómo se, desarro– llaron los acontecimientos. Por los años de 1735 se notaba cierto malestar entre los capuchinos valencianos debido, en parte a lo menos, a la diversidad de pareceres sobre la distribución de los cargos a causa de la división de la provincia en varias custodias con el derecho llamado de la alternativa 41 • Para obviar estas dificultades Clemente XII, con el breve Religionis zelus (18 mar– zo 1735), nombró visitador apostólico al capuchino P. Félix Ma– ría de Parma ; pero las decisiones de éste no lograron el fin deseado y el descontento continuaba con las consecuencias que se pueden suponer para la disciplina regular. Era, pues, necesario bus– car otra solución, y el 17 de octubre de 1744 el general de la Orden P. José María de Terni nombraba visitador al P. Pablo de Co– lindres, el cual se presentó en la provincia el 22 de enero del año siguiente. Mientras se hallaba cumpliendo su cometido, re– cibió el nombramiento de visitador apostólico con el cual Bene– dicto XIV (Pastoralis officii, 10 marzo 1745) ampliaba sus po– deres para imponer y urgir las disposiciones que creyera más oportunas para restablecer la paz y promover la observancia. El 7 de agosto daba por terminada la visita y entregaba los sellos al nuevo provincial P. Agustín de V:.naroz 1 2, regresando a su provincia de Castilla, de la que fue elegido superior el 21 de octubre del año siguiente 1 ª. Las circunstancias de aquel primer encuentro con los ca– puchinos valencianos no eran ciertamente las :nás favorables para congraciarse con ellos. Si no siempre es fácil al superior restable– cer la normalidad turbada por disgustos y disensiones intestinas 41 Se refería a las normas particulares que regulaban la designación del pro– vincial y definidores. El sistema se generalizó bastante en el siglo XVIII. Cf. MEL– CHIOR A PoBLADURA, Historia generalis III, 117s. 42 Cf. Estadística general de la Seráfica Provincia é;e Menores Capuchinos de Valencia, Valencia 1901, 19; EUGENIO DE VALENCIA, O.F.M.Cap., Necrologio histórico seráfico de los Frailes Menores Capuchinos de... Valencia, Valencia 21947, 386 n.2759. Ignoramos en qué fundamento se apoya este autor para sfirmar que el P. Vinaroz « fué elegido Asistente General de las Provincias de España y Cerdeña »; su nombre no figura en la lista de los definidores generales. 43 Cf. Viridario auténtico, 287; Bullariu.m Ordinis Fr. Min. Capuccinorum V, Romae 1748, 339-341; [BUENAVENTURA DE CIUDAD RODRIGO, O.F.M.Cap.], Documentos para la crónica de los Frailes Menores Capuchinos de Castilla, Salamanca 1910, 197s; MELCH0R DE P0BLADURA, Los Frailes Menores Capuchi.ios en Castilla, 66s.

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