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EL REAL CONVENTO DE EL PARDO 127 R.P. Presidente a fin de que éste nos envíe las quentas de ese con– vento, razón de los enseres, que actualmente se hallasen en él. Y esperando con la maior brevedad lo que pedimos, quedamos. mui de V.C., deseando le guarde Dios muchos años. De este nuestro convento de S. Antonio, de Madrid, y Julio• 23 de 1777. Affectmo. de V.C. en el Señor, Fr. Inocencio de Matute, Provincial » 30 · 1 No se sabe quién fue el sucesor inmediato del P. Zamora, dado que su relevo se verificó fuera del tiempo normal de los cambios de superiores. En la congregación intermedia del 24 de abril de 1778 fue nombrado superior de El Pardo el P. José de Portilloª 0 5, quien desde el capítulo de octubre de 1776 gober– naba la comunidad toresana. Y es sorprendente que ni siquiera la primera vez se pudiera poner en vigor la norma estatutaria de elegir superior un miembro de la comunidad, a pesar del empeño que en ello había puesto el ministro Roda. El 8 de octubre de 1779 fue elegido para presidir la comunidad el P. Faustino de La Nava, que le había dado su apoyo eficaz y decisivo en un momento crítico. 2. La a;probación pontificia La renuncia y alejamiento del P. Zamora no significaban que él se desentendiera de la iniciativa defendida con tan tesonera voluntad. De hecho continuó interesándose por su conservación y prosperidad 306 , sirviendo de enlace entre los ministros de la corte (donde era muy estimado) y los superiores de la provincia. No creemos pecar de temerarios, si descubrimos su mano en el nuevo conflicto que surgió entre Madrid y Roma relacionado con los Seminarios de Misioneros y con los Conventos de perfecta vida común. Con razón o sin ella, tanto el P. Zamora como el ministro Roda tenían por enemigo de las dos iniciativas al definidor ge– neral P. Domingo de Onteniente 307 • Pues bien, al fallecer éste el 15 de enero de 1778 y plantearse el problema de la sucesión, la corte de Madrid propuso la candidatura de un religioso que favo– reciera los planes que tanto le preocupaban hacía unos tres lustros. Y el 17 de febrero Roda comunicaba al embajador Grimaldiªºª que a,01 APCC, ibid., f.70. 3 o 5 Falleció en Valladolid en febrero de 1799. Cf. BUENAVENTURA DE CARROCERA, Necrologio, 34. 306 Cf. Manifiesto historial, f.70. 307 Veáse la nota 230. 308 A fines de 1776 el conde de Floridablanca fue nombrado ministro de·

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