BCCCAP00000000000000000000904

EL REAL CONVENTO DE EL PARDO 107 ,de catalizador, esperando que el tiempo y las circunstancias con– tribuyeran a aplacar el enojo del rey e hicieran superflua una ,explícita y pública retractación del P. General. En su confidencial del 24 de octubre decía al conde de Floridablanca: « Di cuenta al Rey en el despacho del viernes de su carta de Su Merced de oficio y del Papel del General de los Capuchinos. S.M. estimó los oficios que Su Merced havia pasado con el Papa y la condescendencia de S.S. a expedir un Breve confirmatorio del esta– blecimiento del Guardian del Pardo. Pero en quanto al General se enfadó mucho S.M., porque manifestando a Su Merced en su Papel veneración, respeto y condescendencia a la aprobacion de lo exe– cutado por el Guardian, y que así lo executaba, ha remitido el Provincial la carta que ha tenido del General y en ella lo trata mui mal, suponiendo sus irregularidades, violencias, enredos y confusio– nes, que ha causado, y que por esto y no por oponerse a la vida comun y a lo ordenado por el P. Colindres havia escrito la carta antecedente, y ahora manda que se observe precisamente lo orde– nado por el P. Colindres y que no se obligue a vivir en dicho con– vento a ningun Fraile contra su voluntad, y que todo se execute con orden y regularidad, para que no se originen nuevos disturbios, ni se prostituía la Religion, suponiendo haver sucedido así antece– dentemente por causa de lo que el Guardian dispuso. De manera que es una apología de los que han recurrido contra el Guardian y una acusación y condenacion formal de la conducta de este pobre fraile, qué quedará perpetuamente registrada en los libros del con– vento y de la Provincia. Esto le picó mucho al Rey, y me mandó que escribiese a Su Merced el engaño que le havía hecho el General, y que hiciese Su Merced recogiese su carta y escribiese otra al Provincial dando satisfacción y honrando al Guardian. Yo procuré templarlo, ·pero en un convento de Capuchinos, que la han profesado y deben por instituto obser– varla, aunque no mediaran las Ordenaciones del P. Colindres; supone de fijo haver excitado confusiones y enredos, y que viene en prestar su consentimiento para •que se observe la vida común por complacer a S.M. con tal que se haga todo ,ordenada y regularmente. Poco es menester para notar, cotejado el papel dirigido a V.I. y las letras remitidas al Provincial, la dif2rencia que se halla en sus contextos, pues en éstas ·se afirma en acriminar las irregularidades, la violencia, la confusión, disturvios y enredos, infamando con estas expresiones al Guardián y dando causa a sus émulos para que puedan continuar en perseguirle; quando el papel escrito a V.I. parece ,que se daba por convencido de que sin embargo de haver creído al principio lo que en este punto se le havía informado y ia veía con claridad por el oficio de V.I. el estado presente de las cosas y que no presagiava en el disturvio, que havía •creido padecerse en aque1la religiosa familia del Pardo, y que se consideraba obli– .:gado a mandar lo contrario de lo que con su providencia económica havía ordenado, no tanto por ovedecer al Hey, quanto por secundar su inclinación y cumplir con la obligación de su ministerio » (Oficio de Manu2l de Roda al conde de Floridablanca, :San Ildefonso, 21 noviembre 1775: Arch.Emb., leg. 224, n.155; APCC, sign. 28/153, f..67-68v).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz