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104 CONVENTOS DE PERFECTA VIDA COMÚN han hecho varios procesos mui injustos, y han perdido los recursos. a la Nunciatura y al Consejo, de modo que el pobre Guardian es un mártir y el P. Alcabon el tirano. Sería largo de contar si huviese de referir los hechos y pasages que ha havido. Toda esta Provincia estaba dominada de los Jesuitas, y los Prelados, Lectores y Maes– tros seguian su doctrina y sus maximas. Los pocos que eran de buena y sana doctrina y la practicaban eran perseguidos; y ahora que algunos de ellos han empezado a tener empleos, son aborrecidos. El P. Villardondiego, que es de los pocos, me escribió desde Roma que habia informado al General antes de su elección de todo lo que pasaba en el Pardo, y lo dejaba bien instn;ido, por lo que salió de Roma mui satisfecho, y después se ha admirado de la resolución del Definitorio. A ese P. Onteniente convendría mucho que Su Merced le sa– cudiese. Otra cosa huviese sido el P. Valdigna, si huviese quedado aí. También tiene trabajos en su Provincia y escribe admirado de lo resuelto en Roma con el Guardián del Pardo » 252 • Y el 17 del mismo mes de octubre, antes de recibir contesta- ción a la anterior, Roda escribía de nuevo al conde 253 : « Amigo y Ser. mio, me hallo sin carta confidencial de Su Merced y lo atribuyo a sus ocupaciones y no a falta e.e salud, que es lo que sentiría, pues al mismo tiempo recibo la de oficio en que avisa Su Merced las favorables resultas en el negocio de los Capuchinos del Pardo. El Papel del General no puede estar mas atento, obsequioso, ni condescendiente, y sea porque sabría el eficaz oficio que Su Merced havia pasado con el Papa y la buena disposición de S.S. para expedir el Breve, que Su Merced solicitaba, o sea porque el General ha tenido por justa la instancia que se hacía, se ha salido ya de la dificultad para hacer que se observe en el Pardo lo que S.M. ha mandado; y merece el General que se le agradezca. Yo le daré cuenta al Rey en el primer despacho, y lo celebrará mucho, porque estima al Guardian, quiere se observe en aquel con– vento de Su Real Patronato la vida comun perfecta y estaba com– premetido su nombre y decoro por haver aprobado el estableci– miento y despues mandado se observase sin embargo del decreto contrario del Definitorio General. No dudo que el General havrá expedido la orden que promete a Su Merced en su Papel, pero no havrá podido llegar hasta ahora a saberse ni publicarse en este Definitorio Provincial, pues nada han avisado. Es verdad que este correo ha llegado tarde. Pero bien se conoce que el P. General es un buen hombre y ha obrado por influxo del Definidor Español Onteniente, el qual no contento con la carta disparatada, que me escribio, y de que no he hecho caso, ha escrito otras a estos frailes mui tontas, insolentes 252 Arch.Emb., leg. 440. 2 53 Ibid.

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