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LOS TRES «QUADRAGESIM.ALE», EL «ADVENTUS» Y LOS «DOMINICALIA1> Los (:res "Quadragesimale", el "AdventuS", los "Domini– calia" y el "SanctouJ:l-e" nos presentan a San Lorenzo como predicador, sin dejar de ser nunca el eminente escriturista, teólogo y escritor. LA REFORMA CAJPUCHIN¡A. Y LA PREDICACION Bien conocidas son las taras de la predfcación italiana en los .siglos XVJ y XVII, fruto de la de,cadencia del Es– colasticismo y de las paganías d el Renacimiento, fenómeno que ocurre en todos Ios ,países. La elocuencia pierde viva– cidad y vigor, se multiplican las palabras y Ios epítetos. y todo el empeño se pone en construi'r ampulosos y ;resonantes periodos, uni1formemente medidos, como una retahíla de ver– so.s sin contenido. Las sutilezas de la Escolástica decadente formaban el con– tenido de los s-ermones con farragosa erudición de autores sagrados y gentiles, re-torciendo el sentido. de la palabra de Dios y aplicándolo arbitraria y ridículamente. El Cardenal Bembo rehusaba, en cierta ocasión, la predicación, aduciendo que no tenía gan as de escuchar las batallas ver.bales -entre . el Doctor Sutil y el Doctor Angélico, que terminaban siem– pre con la fa.t ervención de un tercero, que era, indefectible– mente, Aristóteles. . En el siglo XVII aumentan los males del XVI. En rea– lidad, salvas las debidas excepciones, "a.penas podemos ha" blar de elocuencia sagrada .sin verdadera vergüenza y no