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Su esperanza •era la providencia de sí mismo y de la Or– den; fundada en pobreza; era la cruz vfctoriosa en las gran– des gestiones diplomáticas y en las batallas .por la Cristian– dad; y, sobre todo, era la inspiración de sus efusiones para con Dios y -con su Santísima Madre, en la cual se había con– cretado su confianza entera. Su esperanza revestía inmedia– tamente las formas de ·jaculatorias tan propfas de su espíritu efusivo: Per signum sanctissimae Crucis et per Sanctwm nomen Jesu ·et Miariae líbe:ret te: De:us; Nos cum prole pía benedicat V irg.o María; sean Benditos los nombres de N ues– tro Señor Jesucristo y de la Gloriosa Vfrgen María. O esta otra, que podemos considerar propia del Santo: "Per pu– ri$5z'man vkginitatem Jesu -et Mariae libera me, Domine, a spiritu f.omicationis". Su vida, sus viajes, .sus ,comisiones, .sus predicaciones y sus escritos no son otra cosa que argumentos que ponen de relieve su amor a la gloria de Dios y a la salvación del pró– jimo. Pero de un modo particular y extraordinario se mani– festaba este amor -en sus relaciones sacerdotales inmediatas con lo divino, sobre todo en el Santo Sacrificio de la Misa y en su devoción a la Santísima Virgen. Según facilidades de su tiempo, decía casi siempr-e la misa de la Virgen, y la decía de tal manera, que daba la impresión de pasarla en éxtasis o en contemp'lación de la realidad dog– mática, hasta durar ·en ella cinco, siete, diez, doce y, algunas veces, hasta tr·ece horas. Varios paños eran necesarios para enjugar las lágrfmas de su devoción, que después resultaban milagro.sos. Altos personajes, entre -ellos el Duque de Mantua, fueron testigos y ayudadores de estas ,prolongadas efusiones del Santo· en la Santa Misa. Fray Adam, en .cierta ocasión v1ó, inmediatamente -después de la -elevadón del Santísimo Sacramento, un bellísimo Niño ,que, de pie sobre el altar, acariciaba al Santo y le tomaba la barba. El lego, asom– brado, cayó sin sentido. Cuando al volver -en sí, terminada la Misa, el Santo le preguntó la causa de .su desmayo y es– truendo, ,el lego le contó la visión: Mas he aquí lo que le difo el Santo: "Ruega a Dios por mí, ya que he sentido 44

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