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Hungría y amenazaba Vfena. Clemente VIII, tras exhortar a los príncipes cristianos, envía sus tropas bajo el mando de Juan Francisco Aldobrandini, y veinticinco sacerdotes capu– chinos ,como capellanes. En el ataque a Gran, se hizo céle– bre Arcángel de Rímini, que fué el primero en alzarse sobre las murallas, con su cruz en la dfestra. Prosiguen las expe,diciones de capellanes Capuohinos en 1595 contra Ma!homed III; y en 1600, en el sitio de la ciudad de Canesca. Además, ,por mandato del Papa Cle– mente VIII, el Comisario General de los Frailes Capuchinos, que lo era Lorenzo ,de Brindis, envía cuatro ·capellanes al campamento del Emperador, al frente de los cuales se pone el mismo San Lorenzo. Con esto el Santo se ve fm,plicado en otra nueva facda de su dinámica vida, •como capellán y j¡efe espiritual de una guerra santa, de una nueva Cruzada. Se hallaba en Praga en 1601 cuando el poder de los Osmanlíes, regido entonces por Mahomed III, levantó un ejército de 200.000 hombres para lanzarse al asalto de Hungria, poniendo en riesgo el imperio germánico y acaso toda la Cristiandad. Apresuradamente, el Emperador Rodolfo II y Clemente VIII reúnen un precarfo ejército de 10.000 hombres. Era preciso acumular más fuerzas de la Cristiandad, y es Lorenzo el encargado de conseguir esta unidad de acción. Efectiva– mente, todos los príncipes germánicos, católicos y protestan– tes, se adhirieron a es.ta Liga cristiana. Entre tanto, un pequeño ejército, al mando de Felipe Em– manuel de Lorena, Duque de M,er,coeur y de Ponthievre, realizaba prodigios de valor conteniendo el avance de los turcos. Reunidas fas .fuerzas cristianas, Rodolfo II encargó al P. Lorenzo que asumiese el cargo de ,capellán general del ejército. Rehusó el Santo. Mas un breve del Papa le hace incorporarse al campamento cristiano, de apenas 20.000 fieles contra más de 100.000 turnos. En octubre de 1601, el ejército del César se aproxima a la dudad de Alba Real, hoy Székesfehérvar o Stuhlweissem– burg, contra el ,ejército turno. La desigualdad del sitio fa– vorece a éstos, lo cual desalienta algo a ,los cristianos. Mas 34

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