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Las testificaciones del proceso de Beatificación corroboran estas afirmaciones. Según ,ellas, "tenía tan grandísimo ingenio y felicísima retentiva que sabía casi toda la Biblia de me– moria, no sólo en •confuso, .sino distintamente, alegando sus capítulos y versículos de improviso". Y esto lo hacía en cualquiera de las lenguas de la Biblia. El mismo confesó alguna vez que se comprometía a re– construir íntegra la Escrdtur,a, si se perdiese, en la lengua hebrea, en la cual era eruditísimo, así ,como en la griega, en la caldea, en la francesa, en la española y alemana, en las cuales lenguas parecía nacido ... (4). Su ciencia llegó a ser considerada como infusa, y su asom– broso -dominio de las lenguas se atribuía a que estaba dotado del don de la glosolalia. No resultan desaforadas las expre– siones del Cardenal Cayetano Alimonda cuando llamaba a San Lorenzo "hombre poliglota, auténtica renovación de los Apóstoles... , ,un Pentecostés viviente" (5). APOSTOL Y EVANGELISTA DE LOS HEBREOS .Oemente VIII fué d ;Pontifice que le dedicó a la predi– cación y evangelización de los judíos. Doquiera predicaba a 'los hebreos: en Roma, en Venecia, en Ferrara, en l\1antua; sus oyentes se persuadían de que estaban oyendo a algún converso de su propia raza, ya que lo hablaba, según ,testimonio de los propios rabinos, mejor y más corredamente que ellos mismos, haciendo resaltar que determinados matices de pronunciación en ciertas pa– labras no podían afinarse sino por un nativo. Igual conce– sión hicieron los rabinos en Praga, con fos cuales disputó por espacio de dos o tres horas, y los deI gheto de Venecia, que no supieron hacerle otras objeciones que su violencia y pertinacia ,(6). Pero, en general, su predicación a los hebreos era bien recibida. Tenían éstos que asistir obligatoriamente, por orden de la autoridad civH, a las conferencias que se les indicaba. 24