BCCCAP00000000000000000000902

334 P. VIÑAYO y ellos, o no me responden, o me dicen insolentes : (( ¡ Vaya adelante el mendigo, que aquí no queremos verle l)J Alma.-¡ Qué corazón tan de piedra esos locos hombres tienen !. .. ¿ Cómo al oír los gemidos de tus palabras dolientes, que hasta las rocas quebrantan, no se ablandan ni enternecen? Jesús.-La cruz que traigo a mi espalda, el humilde continente, y la corona de es¡:::inas con que se adornan mis sienes, los amedrenta y obliga ..1 lanzarme de su albergue. Cruces y espinas son. joyas que nadie, nadie las quiere. Alma.-¿ Nadíe las quiere? j Qué pena ! ; Av Jesús [, abierta tienes ele mi morada la puerta; entra, gozoso .y alegre; con la cruz y las espinas, que mi coraz6n pretende abrazarte a Ti con ellas y en tus amores prenderse.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz