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FIBRAS DJ;;I, AI,MA ya ocultó sus clarísimos rayos en los nimbos azules del cielo. El ángel de amor, que doquier derramaba el consuelo, batió ya sus alas, hacia el éter su vuelo tendiendo. El volcán que arrojaba al espacio el más vivo fuego, sus fúlgidas llamas a las altas regiones subiendo, solamente dejó sus cenizas en el duro, nublado destierro. Los ángeles alzan dulces himnos y cánticos nuevos... ¡ es que han visto, ocupar en la gloria a un mortal serafín de este suelo, el brillante y magnífico trono que perdióse Luzbel por soberbio ! Los hombres no cantan... pesares sin cuento, cual flechas agudas destrozan sus pechos... ¡ Es que han visto dejar a Francisco de lanzar al. espacio su fuego ! Se ha apagado el volcán, que abrasaba las rocas y hielos... j y un frío de nieve les penetra del alma en los nervios ! 16