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FIBRAS DEL ALMA ya ~u sentido rebosa de alborozo. Tal variedad de oyentes semejan las múltiples gentes, que escuchan, devotas y graves, de un apóstol las pláticas fervientes, en amplio templo de espaciosas naves. ¡ Apóstol del amor Francisco siendo, su sermón a las aves va diciendo ! : Oídme, hermosas aves, estadme un rato atentas ; dejad el vuelo en tanto que muevo yo mi lengua. Tenéis, hermanas mías, obligación estrecha de alzar, en todo tiempo, las más dulces endechas al Dios omnipotente, Criador de cielo y tierra. El os vistió de plumas más finas que la seda; para cruzar los vientos alas os dió ligeras y puso en: vuestro cuerpo graciosa gentileza. No sembráis ni tenéis de granos trojes llenas,