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¿POR. QUÉ LLORAS, MADRE MI.A? ¡ Virgen de dulces ojos, Virgen hermosa, blando nido de amores, donde reposa, siempre soñando dichas el alma mía, encanto de los cielos, bella María! A postrarme a tus plantas vengo rendido, porque de tus beldades soy atraído : déjame, esplendorosa luz matutina, déjame que hoy contemple tu faz divina. Mas, ¿ qué veo, Señora? ¿ qué nube obscura eclipsa de tu rostro la lumbre pura? ¿ Qué dardos criminales, con honda herida, traspasan, inclementes, tu alma afligida? Tus ojos antes, siempre de luz bañados, de lágrimas ahora se hallan nublados; tus frágantes mejillas de nieve y rosa, el coral de tus labios, tu frente airosa... todo, todo tu aspecto lo veo triste... ¡ Hoy palidez y luto tan s61o viste ! ¿ Quién tu pecho atormenta, Madre adoráda? ¿ Por qué, mi Vida, lloras desconsolada?