BCCCAP00000000000000000000902
P. VIÑAYO Al verle, enternecida, le dije: «Ya esperaba, Dueño mío, con ansia tu venida. ¿No ves qué obscuro y frío se encuentra mi aposento en tu desvío? Aunque en mi hogar ahora haya lumbre de llamas rutilantes, sin la luz bienhechora de tus ojos radiantes, frío y obscuridad me son constantes.» Ya dentro de la puerta de mi morada mísera y sombría, me dijo así, con cierta tristeza y agonía : cq Oh ! Mira cómo vengo, Amada mía : Mis guedejas doradas y de estambre la túnica sedosa, las traigo aquí bañadas del agua rigurosa que me arrojó la lluvia impetuosa. Mira bien cuánto te amo, que por verte me expuse a estos rigores : responde a mi reclamo, responde a mis amores... , ¡ sé fiel y agradecida a mis favores !»
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz