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para con los otros; y solo estando en los otros, entendiéndose a partir de los otros y siendo a través de los otros es como se construye la identificación". 8 Así la comunión de tres Diferentes nos lleva a una actitud crítica frente a la persona, la comunidad, la sociedad y la iglesia. En nuestra cultura occidental dominante predominó el individualismo y el unifor– mismo, siendo consideradas las diferencias como patologías y desvíos del único padrón aceptado como válido, y por eso o son eliminadas, o en el mejor de los caso mal toleradas. La visión que se ha tenido de Dios como unidad a-trinitaria ha apoyado ese tipo de sociedad y al mismo tiempo esta ha proyectado sobre Dios su propia distorsión que nada tienen que ver con el Dios-Trinidad revelando en Jesucristo. 9 Pero el Dios-Trinidad se convierte para la humanidad, y sobre todo para los seguidores de Jesucristo, en fuente de inspiración, en utopía dinamizadora. En la Trinidad no hay dominación a partir de uno de los integrantes, sino la convergencia de los Tres en una recíproca donación y aceptación. Ninguno entre ellos es anterior o posterior al otro, ni mayor ni menor, sino radicalmente diferentes. Por eso una sociedad que se deja inspirar por la comunión trinitaria no puede tolerar las clases, las dominaciones a partir de un poder (económico, sexual, ideológico, etc.) que somete y margina a los otros diferentes. Por su propia dinámica interna el Dios-Trinidad se difunde para afuera creando otros diferentes (creación cósmica y humana) para que acojan su amor comunicativo y vivan como él, que es la mejor comunidad. 8 lb., 186. 9 Una tarea desideologizadora y crítica frente a las diferentes visiones de Dios es llevada a cabo por A. GARCIA RUBIO, Teología da libertat;áo: política ou profetismo? Visáo panorámica e crítica da teología política latino-americana, Loyola, Sáo Paulo 1983, 139-146., sirviéndose para ello sobre todo de los aportes de J. L. Segundo. 82

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