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a) Vínculos o lazos existentes entre evangelización e incultu- ración Entre evangelización e inculturación existen diversos vínculos, pudiéndose señalar los siguientes: -de orden antropológico: el evangelio se dirige al hombre concreto que está situado en un aquí y en un ahora, en un espacio y un tiempo, y que inevitablemente vive dentro de una cosmovisión cultural determinada. El hombre es un ser cultural y no se lo puede entender desligado de su intrínseca dimensión cultural; -de orden teológico: si es verdad que Dios quiere salvar a todos los hombres no es menos verdad que él se fue revelando al hombre culturalmente situado (Abraham, Moisés, profetas, Jesús, Pablo, etc.) con gestos y palabras inteligibles a estos (DV 2-3), y que todo ello fue codificado en lenguas determinadas (griego, etc.) (GS 58); -de orden cristológico: el Hijo de Dios se encarnó asumiendo la condición humana en Jesús de Nazaret, que era judío y vivió dentro de una cultura judía en el primer siglo de nuestra era cristiana (AG 10). No podemos separar el plan de la Encamación y el plan de la Salvación, pues la Palabra de Dios se encarnó para hacernos hijos de Dios y liberarnos del pecado. Es un amor, una solidaridad, que se encama (incultura) hasta hacerse uno como nosotros; -de orden neumatológico: el mismo Espíritu que mueve al anuncio explícito de la Buena Nueva de Jesucristo a todos los hombres y culturas es el que ya está presente en cada historia y cultura concreta desde su inicio, dejando su huella en todo lo bueno que en ellas se encuentra; -de orden eclesiológico: la iglesia peregrina, por su naturaleza es histórica, y está ligada a un tiempo y a un espacio culturales donde ha de emplear las mediaciones de dicha cultura para llevar a cabo en profundidad su tarea evangelizadora (GS 58; EN 20). Los santos Padres son un claro ejemplo de esto; 44

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