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proceso evangelizador (EN 31) y del contenido de la evangelización (EN 34); -de orden teológico: no se puede separar el plan de la Creación del plan de la Redención. Las injusticias de la creación son destruidas, y la justicia de la creación restaurada (EN 31). Por tanto, la Redención restaura el orden destruido de la Creación. La evangelización mediante su anuncio, a través de palabras y hechos, trata de restaurar el sentido originario de la creación donde el hombre administra lo creado en orden a establecer una fraternidad humana que tenga como único Padre a Dios. Situación perturbada cuando el hombre no aceptó su alteridad de creatura y quiso volverse Dios. Originándose así la ruptura también de la justa relación con lo creado y de la comunión entre los hombres. Se pasó así del servicio a la servidumbre, de la libertad a la esclavitud. Por eso el hombre necesita ser redimido, liberado; -de orden cristológico: el Jesús de Nazaret que anunció la Buena Nueva del Reino fue el mismo que realizó a través de su vida gestos y hechos liberadores (milagros, etc.) (EN 6). Su palabra explicaba sus gestos, y estos realizaban, confirmaban y daban credibilidad a sus palabras. Ambos, hechos y palabras, se encuentran dentro del mismo horizonte, que no es otro sino el del Reino (EN 12); -de orden neumatológico: el Espíritu que habita en todo hombre, que mueve al evangelizador a evangelizar, que abre los corazones para acoger la Buena Nueva es el mismo que evangeliza a través del testimonio, que impele a practicar el amor y la justicia, que hace fructificar el evangelio y que transforma al hombre entero, a todos los hombres y sus relaciones; -de orden eclesiológico: Jesús anunció el Reino y lo realizó en su vida. A la iglesia como continuadora de Jesús le compete la misma misión, es decir, ser sacramento del Reino mediante la proclamación y realización del mismo; -de orden político: la salvación escatológica anunciada se da en la historia ya incipientemente. Por eso necesita de mediaciones humanas liberadoras, sobre todo en el campo político, económico, 41