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institucional y jurídico de la misma. Dicho modelo de iglesia estuvo vigente desde la E. Media hasta nuestros días. Si en el Concilio Ecuménico Vaticano II la iglesia realizó un cambio determinante al autoentenderse básicamente con la imagen Pueblo de Dios, no es menos significativa la nueva categoría que incorpora: universale salutis sacramentum. 9 La teología de la libera– ción, y particularmente su eclesiología, ha usado abundantemente esta última categoría -aunque con acentos y matices diferentes a las de otras teologías- para comprender a la iglesia y su misión. A) La misión de la iglesia nace en el seno del Dios-Trinidad En la estructura del mensaje evangélico "la misión no constituye un tema secundario al lado de muchos otros. Es el tema fundamental del cual procede el resto, y cuya luz se proyecta sobre el resto" . 10 Así, preguntarse por la naturaleza de la iglesia es lo mismo que preguntarse por su misión. 11 Es en el ejercicio de ella donde va a aparecer a la vez como fruto e instrumento de salvación, es decir, donde la iglesia mejor va a descubrir su ser más pleno. La comunidad eclesial va <!.· ser, por tanto, no un para sí, si no un para los otros, un medio al servicio de la comunión con Dios y entre los hombres (LG 1), una realidad que va a descubrir su esencial excentricidad. Si la iglesia aparece en el centro de la reflexión teológica es solo para indicar que ella no es el centro de la 9 Cf. O. SEMMELROTH, La Iglesia como sacramento de la salvación en Mysterium Sa/utis IV/1, Cristiandad, Madrid 1973, 332. 10 J. COMDLIN Teología da Missáo, Vozes, Petrópolis 1980, 10. 11 El N. T. no emplea el término misión en el sentido en que lo utiliza la teología contemporánea. Con todo el verbo aposte/lo, relacionado con apóstol, tiene una significado amplio y una indudable referencia a la misión. La tradición latina adoptó el verbo mittere y el término apostolatus. San Jerónimo emplea Christum praedicare; la Edad Media, praedicatio apostólica, propagatio fidei, evangelii, praedicatio christianae religionis. El término missio en el sentido moderno aparece en el s. XVII en los ambientes religiosos de los jesuitas y carmelitas. Cf. P. ROSSANO, Teología de la misión, en Mysterium Salutis IV/1, 517, nota l. En la reflexión teológica latinoamericana (teología de la liberación) los vocablos misión y evangelización, aun siendo diferentes, habitualmente se emplean como sinónimos. Nosotros también los utilizaremos en este sentido en el presente trabajo, excepto cuando por otras razones se necesite establecer una diferenciación de términos. 27

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