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tando que coexisten tres líneas fundamentales en el trabajo pastoral: la tradicional doctrinaria y sacramentalista, la desarrollista-patemalista, y la encarnacionista-liberadora. Reconociendo el contexto histórico de cada una de ellas, y la sincera entrega misionera de los que las siguen, nos alegramos de reconocer que se da un movimiento progresivo en dirección a la línea encarnacionista-liberadora, con todos los compromisos y cambios que ella exige" (1977 Manaus, 79). El documento previo a Puebla, en lo tocante a los indígenas, indica que, a pesar del esfuerzo evangelizador durante cuatro siglos y medio, "estamos actualmente en una situación de 'primera evangelización'" (1977-78 Pre-Puebla, 96). Según el encuentro panamazónico "la evangelización (... ) es siempre un ir al encuentro, despojadamente, para un diálogo y una comunión plena, con el Dios de Jesucristo, que ya nos espera desde siglos en el caminar histórico y en la fe de estos Pueblos. Es también una presencia fraterna en medio de ellos, que se traduce en un compromiso de Encarnación y de Liberación" (1980 Manaus, 112). Para llevar a efecto esto se proponen varios criterios y estrategias de acción. El documento de Brasilia sigue el método asumido por la teología de la liberación que -en categorías de la Acción Católica– podríamos denominar ver,juzgar, actuar. En el avance de la reflexión teológica latinoamericana se toma conciencia de que incluso la teología de la liberación utiliza en su elaboración un enfoque casi exclusiva– mente económico y de clases, brillando por su ausencia el enfoque cultural y de etnias. "De hecho el problema de las etnias en general y, más aún, el de las minorías étnicas, no ha encontrado un espacio propio en los presupuestos de la TeolÓgía de la Liberación"(l983 Brasilia, 227). En el pasado ese conflicto se percibía en las orientaciones pastorales de la iglesia, y se indica en orden el futuro que los términos etnia y clase, aunque conceptualmente distintos, en la praxis histórica no se pueden separar (cf. Brasiia, 227) 4 • 4 La limitación de la lengua y de los términos no nos permite expresar con una sola palabra toda la realidad, sino únicamente un aspecto de la misma. Así cuando en este trabajo 24

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