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5.3.1. La inculturación del Evangeliol- 1 Lo que caracteriza al cristianismo es la fe en Jesús, y no las mediaciones culturales en que esa se expresa, que necesariamente son diversas, conforme a la diversidad de culturas. La inculturación presu– pone necesariamente expresiones culturales particulares en todos los ámbitos, pero la universalidad y la unidad se realizan en la comunión en la misma fe, en los mismos valores evangélicos, en el mismo Espíritu. "La universalidad no puede realizarse extendiendo una única particularidad e imponiendo una expresión cultural particular a todos los pueblos y a todas las culturas". 28 Así, en la medida en que el evangelio sea vertido en las categorías lingüísticas y antropológicas de cada cultura (EN 63), y las impregne habrá que hablar de culturas cristianas -tantas como culturas existen- y no de cultura cristiana -en singular-, como si el evangelio se identificara con una cultura, la occidental. La iglesia católica occidental siempre vio con recelo cual– quier encuentro del evangelio con otras culturas no occidentales, pues tenía miedo de que el evangelio cayese en un ambiente sincretista y perdiese su identidad. Para evitar esto se defendía una postura considerada inofensiva, que consistiese en predicar el evangelio de manera neutra, pura, simple y segura. En realidad no era más que transmitir -junto a la Buena Noticia- la cultura occidental, pues no existe el evangelio químicamente puro, sino que siempre es transmitido en las mediaciones. de una determinada cultura. Cuando el evangelio se vierte en una cultura y la impregna entonces se convierte en principio inspirador y normativo que hará posible una re-creación. Solo cuando el evangelio se incultura surge una iglesia inculturada, que da lugar a una teología inculturada. 27 El abordar aquf la inculturación del evangelio no nos puede llevar a pensar que primero es el anuncio del evangelio (visto en el capítulo III) y después su inculturación. Hay que afirmar, por el contrario, que misión (evangelización) e indigenización (inculturación) son simultáneas y no sucesivas. 28 D. AMALORPAVADASS. Evangelizar;áo e cultura, en Concilium n• 134 (1978) 73. 135

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