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dad se realiza en el mutuo dar y recibir unas iglesias a otras, en los diversos niveles: litúrgico, pastoral, teológico, etc. Es el conllevarse mutuamente en la fe el que hará posible la realización histórica, diferenciada y fecunda, de la fe de la única iglesia. Las iglesias particulares en este conllevarse mutuamente en A.L. han tomado conciencia de su carácter propio y local a partir de los marginados y dominados de este mundo. Eso no significa separatismo ni cerrarse a la universalidad, sino todo lo contrario, mayor apertura a esta. Esa apertura se muestra en cuanto que, como sacramento histórico de liberación, se solidariza con todos los empobrecidos y marginados de todo el mundo y lucha junto a ellos por lograr esa liberación; en cuanto que recuerda a otras iglesias aspectos centrales del evangelio que han olvidado; y en cuanto dirigida a todo hombre, es desde los marginados y dominados desde donde ella va a ser evangelizada y a evangelizar. Es, por tanto, una catolicidad, una universalidad, que, buscando abarcar a todos los hombres, se construye desde la parcialidad por los marginados. Cuando entre las diversas iglesias particulares hay cooperación y corresponsabilidad en el mismo proyecto del Reino de Dios es cuando acontece la catolicidad, la universalidad, que respeta y valora las diferencias; y cuando la unidad lejos de significar uniformi– dad es fruto de la pluriformidad. 5.3. Momento tercero: hacia una nueva praxis Llegamos después de la reflexión teológica al momento tercero, donde se busca establecer una nueva praxis. Son múltiples los desafíos que se podrían abordar, sin embargo nos limitaremos solamente a algu– nos. Tampoco se trata de dar recetas, pues las comunidades eclesiales indígenas están viviendo situaciones muy diferentes. Además, esta no es nuestra tarea, sino la de levantar problemas, y la de apuntar e indicar algunas pistas para la nueva praxis, donde sin duda serán los propios indígenas quienes tendrán que buscar la manera de vivir su fe dentro de su propia cultura. Desencadenar este proceso forma parte de la tarea solidaria y evangelizadora del misionero. 134