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5 .2 .1. La inculturación de la fe La fe de la comunidad y de cada creyente se fue inculturando y expresando de diversas maneras en la historia de la revelación y en el seguimiento comunitario de Jesucristo. Esto será lo que intentaremos mostrar a continuación, A) La revelación y salvación de Dios acontecen de manera inculturada e historizada Es al hombre concreto -que necesariamente está ligado a una cultura- a quien se dirige la Palabra salvadora de Dios y no al hombre en abstracto. Por ello, la fe (en cuanto respuesta humana) es siempre fe de hombres concretos, situados en una cultura, en un tiempo y en un espacio determinados. El Dios-Trinidad que se revela en su Palabra no es un ser anónimo, ni abstracto, ni a-histórico, sino, muy al contrario, es un Dios que tiene nombre y que interviene en la historia desde el comienzo y, más aún, es un Dios que solo se revela en la historia y en la cultura humana. Se manifiesta no de un modo conceptual, sino actuando. Dios se hace conocer a través de sus obras. Y su Palabra siempre tiene un carácter eficaz. Es decir, es una Palabra que actúa y se hace inmediata– mente aquello que dice y expresa (Gn 1, 3). Al ser esta una palabra eficaz, pues revela y realiza su poder, es lo que hace que la palabra de los mediadores de Dios (profetas, sacerdotes, etc.) se tome también eficaz. Este Dios bíblico busca la salvación de la humanidad mediante la elección de un pueblo concreto,. con una historia, cultura y religión concretas. En el acontecimiento de la liberación de Egipto Dios se mostró salvando de un modo concreto e histórico, metiéndose en el entramado histórico y cultural humano. De ahí que los credos de Israel sean siempre credos históricos (Dt 26, 5-9; 6, 20-25). Ese Dios salvador se revela de modo progresivo a través de 124

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