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la conciencia que tienen de sí mismos. El mito de este modo conserva y protege la vida de la comunidad indígena y de cada uno de sus miembros. El mito no tiene un contenido fijo e inflexible marcado desde antiguo, sino que dicho contenido -aun manteniendo un núcleo perma– nente- es enriquecido con los problemas actuales. Es decir, en el mito se intenta también explicar y buscar el sentido a los problemas, a las dificultades, y al modo de vivir actuales. 21 En este sentido en el mito se va haciendo una relectura del pasado a la de la situación presente. Eso mismo fue lo que el pueblo de Israel realizó a través de su A. T. Ejemplo de esto son las continuas relecturas que hizo del éxodo, y que están plasmadas en diversos libres (Exodo, Isaías, Salmo 135, etc.). En una palabra, se puede decir que "el mito es como el cataliza– dor de la vida de la tribu; es la llave que posee el indio para leer e in– terpretar todo lo que existe y sucede en la vida y en la historia. El mito es como la enciclopedia de la tribu. En él está todo. Es la tradición, su norma de vida, su ley, su medicina, su pasado, su presente y su futuro. Todo lo que es importante para la vida de la tribu, en él se encuentra. El mito es como la 'Biblia del Indio', es la expresión de su visión del mundo, de la vida, de la naturaleza y de la conciencia que la tribu tiene de sí misma, como tribu. O mejor, el mito es el 'Antiguo Testamento de la Tribu"'. 22 El evangelio no puede destruir el mito, como tampoco destruyó el A. T. del pueblo de Israel, sino que lo completa y da plenitud. 21 A este respecto los barí ha incorporado en su memoria histórica nombres de misioneros que se solidarizaron con ellos en su lucha por la sobrevicncia. Cf. G. ALVAREZ, Experiencia misionera entre los barí, En Nucvamérica, Segunda Epoca, nº 7 (1986) 22. 22 C. MESTERS, Consideraqóes..., en o.e., 16-17. 116

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