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seguir los pasos de Jesús con toda su radicalidad, cargando con la propia curz (Me 8, 35). Podríamos decir, por tanto, que "lo último para Jesús no se descubre, a fin de cuentas, desde sus nociones, sino desde su vida. Lo último para Jesús es aquello que él mantuvo como último a través de su vida, a lo largo de su historia y a pesar de la historia: el servicio y amor a los oprimidos, para crear un mundo en que se implante el derecho y la justicia, desde lo cual surge la esperanza que no muere de que, a pesar de todo, el reino de Dios sigue estando cerca". 7 B) Jesús y el Dios del Reino El Reino que Jesús anuncia solo se entiende desde su peculiar relación con Dios Padre, el Dios del Reino, el cual se nos reveló en Jesucristo. a) Relación peculiar de Jesús. con el Dios del Reino Jesús fue tomando conciencia -a través de su experiencia y de su diálogo con Dios- de que el Dios de la buena nueva del Reino no es otro que su Padre, o mejor aún, su abbá (papá). Es el Padre absoluta– mente cercano, íntimo, familiar. Esta conciencia que él tiene de Dios, el modo de nombrarlo y de relácionarse con él no tiene precedentes en el judaísmo.s Esa peculiar y personal relación de Jesús con su Padre se manifiesta especialmente en su oración. 9 Si toda la vida de Jesús está guiada por ese diálogo filial con su Padre, con más motivo lo es en los momentos especiales de su vida y misión (bautismo: Le 3, 21; muerte: 7 J. SOBRINO, Jesús en..., 150-151. El subrayado es del autor. 8 "Al paso que no tenernos ningwi testimonio en el judaísmo de que alguien se haya dirigido a Dios invocándolo corno Abba, Jesús no obstante siempre lo invocó así, con la única excepción del grito en la cruz en Me 15,34 par.": J. JEREMIAS, o.e., 106. Los subrayados son del autor. 9 Cf. J. SOBRINO, Cristologia a partir da América Latina, Vozes, petrópolis 1983, 164. 107
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