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4.2. Momento segundo o teológico En la historia y culturas indígenas ya está presente Dios, pero al mismo tiempo estas necesitan escuchar la novedad del evangelio. Se da por una parte continuidad, y por otra ruptura y novedad. Se puede decir que Dios está ya presente en los pueblos indígenas, pero aún no en su plenitud. Plenitud hacia la que caminan, y que se da en el encuentro y seguimiento de Jesucristo. En ese proceso de continuidad y ruptura Jesús de Nazaret se convierte en modelo. El -por una parte- mantuvo frente a la historia y cultura judías continuidad con su pueblo. Es decir, vivió como un judío de su tiempo, y al mismo tiempo valoró lo bueno que existía dentro de la cultura judía. Por otra parte, establece una ruptura y trae algo nuevo. Será en su método evangelizador donde se percibirá esa dialéctica de continuidad y ruptura; y será en su contenido donde se transparentará mejor la novedad que él trae. 4.2.1. Jesús y su modo de evangelizar Abordar el método evangelizador de Jesús es lo mismo que preguntarse por su manera de evangelizar. Dicha evangelización se da dentro de una cultura, la judía. Jesús apreció la cultura y el A. T. judíos. Iba como todos los judíos a rezar al templo y a la sinagoga los sábados (Le 4, 16) junto con la comunidad. La bendición de la mesa le era familiar, y no le eran desconocidas las diversas oraciones que los judíos hacían durante el día. En Me 12,26 habla del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Jesús reverencia el culto y vive el año litúrgico de su pueblo. Desea que el templo sea santificado (Me 11, 15-18), pues Dios está presente en él. En Me 1,44 exige Jesús a los leprosos el cumplimiento de los preceptos rituales después de la curación. Su última cena se enmarca dentro de un contexto de la pascua judía. 102

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