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36 CORRESPONDENCIA DE LA, M. ANGELES CON EL P. MARIANO mismo de Dios. y cada vez. más adentro, en una intimidad mayor o lugar más íntimo. Sea de esto lo que fuere, yo vivía tranquila y me sentía feliz, pero hoy, aunque he procurado el mismo trato con. mi Dios, me encuentro como fuera de Dios sin poder actuarme, o no sé cómo decir, aunque no pierdo la divina presencia en mi interior. Además, desde la madrugada estoy trabajada contra la dirección. Empezó la sugestión o inspiración (lo que sea) por este pensamiento: Sería el colmo de la insensatez, si volviera a abrir mis labios o coger la plúma para comunicar lo que pasa por mi alma en pro después de lo que he oído en contrario. Sólo una demente y descorazonada como yo se atreve a tener director y reanudar las relaciones filiales. Los sacrificios que se impondrá por el bien de mi alma serán in– útiles; si me encontró mal, Dios sabe cómo estaré cuando termine su mi– sión, al fin de su vida o de la mía." A este pensamiento hanse agregado in– numerables, parecidos a los del período de sufrimiento que le comuniqué en mi anterior, y su fin, romper el lazo sagrado que me une a V. R. y de– cidirme a la soledad y aislamiento completo. Confesarme con V. R., cuando viene a Valladolid, y nada más; pues he oído lo que me hacía falta saber, ya no 'necesito Director. ·En cuanto al -Oficio o misión. vivificadora (que sí es verdad que fué vivificador y mucho más), que lo cumplirá Nue.stro .Se– ñor por sí mismo, máxime si obtengo la aprobación para qu~darme sola con Dios. 3.-"-Esta éxteriorización, tentación, inspiración, o lo, que ,sea, constituye un sufrimiento para mi pobre alma y me produce .violencia. rA,fortunada– mente me 'ei:rcoi:rttaba en un estado de identificación con, 1'a Santísima Vo– luntad de Dios, entusiasta, 'delirante; y debido a este singular favor. no me intranquiliza gra:n c·osa ni ·me :1mpresi:ona, pero temo: que me perj'pdique el silencio, yi por!.'t~sfü escribo la presente' a última hora ·de· la tarde. Ya har.á el favor, ailiaclísimo Padre mío, de pensarlo dHante de >Dios y decirme lo que quiere de mí Nuestro Señor; pues si me quiere sola, '!lo quiero más dirección qúe có'fésai'me' con V. R.· y gozar: el 'beneficio de sus santas ora– ciones y bendiciones, . 1 qtie estimo 'mtidiísiri:ro. fle tod0s modos, le· encomen– daré a mi Dios y no me olvidaré nunca de la grande carida.d que ha tenido y tiene con esta, pobre pecadora, que no ha podido resignarse a ser condu– cida a Dios sobre los hombros del Pastor, porque necesita un lugar más seguro todavía y que responda- mejor a las santas y divinas relaciones que Dios espera de ella y me impone a mi modo de ser.

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