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CORRESPONDENCL-l DE LA M. AN!>ELES CON EL P. MARIANO ses). Hásta en los funerales de Sor Victoriana, que en paz descanse, que fa– lleció el 10 de los corrientes, le tocó presidir, trayéndole con tanta oportuni– dad que llegó en el momento que íbamos a empezar a rezar el Oficio de Difuntos, y le llevaron el día siguiente después del entierro. 5.-Es tarde y no puedo ser más extensa por hoy, y no quiero perder correo para que reciba ésta el día de su cumpleaños. Si puedo, escribiré más despacio a principios de la próxima semana; mas no espere recibir otra carta para escribirme, pues deseo que la suya llegue en el día y hora que ,Dios lo dispone. Ya sabe que sus cartas son mi vida. Las que de modo espe– cial, y casi único, me han ocupado desde su despedida, son la 5.ª, 6.ª, 7.ª, 8.ª, 9.ª, 10, 11 y 12 de los santos Ejercicios. No he hecho nada absolutamen, te más que padecer y orar dichas cartas, donde encuentro todo, porque al prarlas recuerdo ya un concepto, ya otro, contenidos en las demás, o séa ,en las que escribió posteriormente. Es más, en la 5." y l.ª encuentro todo. ;Es la causa que mi alma se siente atraída especialmente por Dios Uno· y Tri– no como Ser, Vida, Acto puro, Inteligente y Amante,. con cierta identifi– pación con sus potencias y operaciones divinas. Si alguna vez trato de cegar– :me o apagar la luz de la inteligencia para amarle, siento una especie de tras~ paso, toque, unión e identificación con el entendimiento divinísimo ele mi Dios, cuya unión me produce una vida y felicidad divinas, y más amor que creo tendría si le amase sin entendimiento. Pero la inteligencia o noticia de Dios, la unión con las potencias y operaciones divinas no se limita a la cortedad de mi ~apacidad, sino que mi entendimiento, al topar o unirse con el entendimiento de Dios, se pierde en el abismo sin término de su in– finidad e incomprensibilidad. Nada extraño, pues, que las citadas cartas y la Ü que también habla de las operaciones divinísimas del entendimiento de Dios, me ocupen todo el tiempo, y quisiera que los días fuesen años y si– glos, porque me falta tiempo. 6.-Le deseo 1111 día de cumpleaños ielicísimo a lo divino. Excuso decirle cuánto le encomendaré a mi Dios en ese día y cuán de corazón le daré las gracias a mi Dios, porque le trajo a la vida y por todos los beneficios que le ha dispensado en el curso de su vida. Todo lo haré en nombre y en unión ele V. R., y le pedirP- a mi Dios lo que El se dignará inspirarme para bien de su alma. V. R., Padre mío, bendígame especialmente en ese día, absórbafue una vez más y ofrézfame como cosa suya a la beatísima Trinidad con nues• tfos soberanos Amores Jesús y María para que sea toda suya. A fin de que

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