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CARTA CCXIII, 17 MARZO 1921 277 tificación con la sabiduría y voluntad divina, de cuya bondad infinita lo espero todo, y más de lo que sé y puedo esperar. 4.-San Antonio debe estar interesado en mi vida y salud, pues desde diciembre se me impone por extraña manera. A él atribuyo la mejoría, que consiste en que desaparecía el padecimiento local del vientre desde el 23 de febrero; los dolores cambiaron de posición, y tan pronto los tengo en el pecho somo en el corazón, en el hígado o estómago, y aun esto va desapare• ciendo. Además puedo tomar caldos, cosa que hace años no podía, y tengo ganas de comer, y aunque a esto no me atrevo todavía, lo que tomo me sabe bien, no como antes, que todo me sabía a petróleo, hiel y cosas semejantes. Ahora, nada, Los vómitos que tuve hace días fué debido a los dolores que se habían fijado en el pecho y me hacían arrojar, no porque tuviera mal el estómago. Una gran contrariedad tengo para curarme, y consiste en que no puedo procurarme, mejor dicho, resignarme a tomar huevos y alguna cosa así, aun• que sienta necesidad, acostumbrada como estoy a sufrir privaciones, a pre• ferir la muerte a cuidarme. No sé si podré cambiar en esto. El bendito San Antonio .no debe hallar otro medio para curarme, pues cada vez que se impone a mi alma o las religiosas traen su imagen a la celda, me produce hambre y me confirma que no tengo ninguna enfermedad más que la debi– lidad y me anima para que coma. Todavía no le he obedecido más que en tomar el caldo, La primera vez que se me impuso el Santo fué en sueños, repitiendo: "¿No me quieres? ¿No me quieres?" Entendí que se me ofrecía como enfer– mero. Contesté afirmativamente, y desde entonces me persigue sri recuerdo. No soy yo quien le busca, sino que el Santo me busca y me requiere para que le invoque. ·Como no encuentro tiempo para encomendarme a los San> tos_'..pues todo el tiempo me parece poco·, nada, para pensar en mi Dios– se conoce que San Antonio no se da por ofendido y tiene él cuidado de lla– mar mi atención cuando lo cree necesario o alguien le ruega por servidora. La primera vez que se me impuso recordé a mi difunta madre y su cordial <levoqión a San_ ~ntonio .y fuí requerida para que la imite en esto. Pens6 si le habrá interesado en mi ·favor para que me cure. Sea de esto lo qué fuere, desde entonces todas las funciones y fiestas espirituales que ha ce: lebrado esta comunidad, ha p¡esidido la imagen del Santo siri intenció~ nuestra, unas veces porque han ocurrido en martes y otra~ porque ha dado la casualidad de tra~rle en esos días del Rosarillo (nos traen todos los me,,