BCCCAP00000000000000000000899
256 CORRESPONDENCIA, DE LA M,. .'>N(,EDES GOK EI.; P. MARIANO didQ y se me concede en la bienaventµranza de Dios, cu:y:a felicidad se mani, fiesta en mi alma, no sólo bienhechora, consoladora y como premio y gafar. dón, sí qNe también santificadora, como, todos los atributos divirn:~s. J?oJr esto mi alma no puede contentarse con la participación de la vida pacien• te y gozosa de Cristo, sino que quiere apoderarse también de la vida glo– riosa, la cual es para mí tan divina y santificadora y me reporta los mismos soberanos efectos de la aniquilación, amor, estimación y demás virtudes que me produce la participación de la santísima Pasión de Jesús, aunque a ésta tengo cierta inclinación y estimación especial por las relaciones que a ella me unen y poi: razón de su mérito redentor. No sé si me explico, pero creo que V. R. entenderá lo que quiero decirle. 7.-Al verme así identificada con la vida de mi Dios y de su Verbo En– carnado, con su gloria y beatitud, y experimentar los efectos de esta unión y del desprendimiento o alejamiento de la propia vida, del propio amor y espíritu o espiritualidad (pues sólo me satisface y descansa mi alma en la inefable y divina espiritualidad de Dios, que se me muestra en el Espíritu Santo), varias veces me ha ocurrido preguntar: ¿ Qué significa, a qué obede· ce, desde cuándo data esta unión y vocación a perderme en Dios? Por toda respuesta me ha significado mi Dios Uno y Trino, ora el Padre, ora el Verbo o el Espíritu Santo, que mi vocación data desde que salí de la nada, mejor dicho, desde la eternidad, que obedece a su libérrima elección y divina mise– ricordia, que quiso ser mi vida, mi amor, mi tesoro y patrimonio, para pro• curarme una felicidad infinita, pues soy la más pobre de vida y voluntad, que nada tengo ni puedo tener propio, ni de bienes espirituales ni materia– les, porque soy así, incapaz de querer ni poseer nada de mí, y de no ha– berse Dios entregado, hubiera sido sumamente desgraciada. La unión data desde el 25 de septiembre de 1894, perfeccionada cada vez más, pues, aunque yo he abusado de su misericordia e inutilizado sus dones, Dios ha seguido su. marcha, se ha portado conmigo como si hubiera correspondido a la gra– cia, excepto algunos períodos de vida estacionaria, que dificultaron la ex, pansión de su vida divina en mi alma. Se ha portado así conmigo por su infinita bondad y misericordia, gravitada y particularmente inclinada a favorecerme por los méritos y mediación de Jesús y María, quienes, obli– gados de mi inviolable adhesión, no pueden menos de favorecerme, prote– germe, etc., más por la buena voluntad que ha visto en mi alma, incluso en los períodos de mayor extravío. A los motivos indicados muchas veces se
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz