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CCX: 17 enero 1921·. SuMARI0.-1. Pasé la noche hablando espiritualménte.-2. Adherida al Verbo Encarnado. 3. Las cuentas de conciencia.--4. Excelencia del conocimiento que tiene de Dios y del Verbo Encarnado.-5. Los desposorios místicos y la deífica Humanidad del Verbo.-6. Participación de la bienaventuranza divina.-7. Finalidad y ori– gen de esta vocación.-8. Por qué teme tanto el trabajo escriturario.-9. La his– toria divina del Verbo.-10. Temor de engañarse, comunicando estas cosas. Benedictus es, Domine !esu, qui intueris abyssos et sedes super Cherubim, et laudabilis et superexaltatus in saecula. Ave, Maria. M. R. P. Mariano de Vega. Mi venerado y amadísimo Padre: Dios con nosotros. 1.-Anoche no pude descansar. A la fiebre agregóse la vigila del espíritu y adiós sueños, adiós reposo; toda la noche estuve predicando o hablando espiritualmente. Varias veces me dieron ganas de levantarme y escribir lo que hablaba para ahorrar el tiempo que deberé emplear en escribir la pre– sente; pero, como estaba mal, no me atreví, y además temí si sería falta levantarme de noche, no habiendo asistido a los actos de comunidad que se practican las tres horas últimas del día, pues me acosté a las seis, inmediata– mente después que recé los Maitines. Más me convendría estar hoy en cama que escribir, pero una cosa interior me impide el reposo y sería inútil bus– car alivios si antes no descargo mi conciencia, transmitiendo al papel lo que siento. ¿ Y qué es lo que siento? No sabría decirlo, pues tomo la pluma con– fiando que mi Dios querido le dará la dirección que le plazca y conviene a su gloria. 2.-Ayer, cuando terminé la carta, creí que ya podría descansar en Dios. Me reconcentré en mi interior, me fijé en el Ser supremo, quien me recibió como de costumbre, con amor y benevolencia y estimación paternales. De-