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CAR,TA CCIX, 16 ENERO 192,1 249 ,enriquecerme con sus divinas comunicaciones, ,si aceptaha la ,cruz del tmba– j o escdturario, doble ,trabajo, .pues tenía que escribir su ,hist'Or,ia repetida, o sea tal como ,es •en sí, y reproducida ,en mi vida, ,esto último por rnedio de cuenta de conciencia. Me haría interminable si pretendiera manifestar por escrito cuanto ine ha •ocurrido respecto de este llamamiento o tentación '(lo que foere) ; sola– mente le diré que han sido rarísimas las ocasiones o momentos de intimidad con Dios, que inmediatamente después de haber recibido alguna comunica– ción sobrenatural, no se me haya significado que dicho favor (como todos los beneficios y favores singulares de carácter extraordinario recibidos en el decurso de mi vida) sé me concedía por respecto al Verbo Encarnado, a quien debo glorificar escribiendo su historia divina. Tolas las veces que Dios se revela a mi alma, en el momento de ocultarse, o que cesa la corriente, deja 11n eco, como una voz que repercute y dice siempre lo mismo, esto es, que se me concede la gracia para gloria •del Verbo Encarnado, cuya vida .tengo que escribir, No recuerdo si foé los últimos días del retiro o inmediatamente, creo ·que fué al terminar el retiro, hacia el 20 de diciembre, encontrándome en una especie de aridez en la presencia de Dios, pero sin poder penetrar en su seno, de repente surgió o se levantó o apareció (no sé cómo explicar) una ballena de enorme magnitud, más grande que el universo, la cual abrió su enorme boca, me absorbió y me arrojó en el seno de Dios, como la ballena escritu• :raria arrojó a Jonás en el puerto (2). Inmediatamente, como eco misterioso, repercutió la voz de costumbre; y con temor y temblor me resigné en la 'l¼<lo• rable vohmtad de mi Dfos, caso que mi Padre reconozca la procedencia dé la visión, o sea que se vea figurado é:rt la :misteriosa ballena, que entendí era V. R. 2) Pregúntele a mi Dios Espíritu Santo qmen es el que me inspira tan– to amor y entusiasmo hacia mi Dios Humanado, y buscando yo la causa pro– ductora de mis entusiasmos, me repite: "Es tuyo, mira los lazos íntimos qué a El te uhen; tienes que escribir su historia pa~a que el mundo le Conozca, etcétera, etc." Me enloquece recordar cualquiera de los nombres de Jesús, especialmente estos que me son más familiares: mi Dios Humanadó, Divina Encarnación, Unión Hipostática, Admirable comerció, Divina Inefabilidad, Abismo divino, Hijo Ünigénito de Dios, Esplendor de la gloria: del Padre, /2) Cfr. fon., ll, l.

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