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CLXI 5 mayo 1920. SUMARI0.-1. Bendita sea la voluntad de Dios.-2. Encargos para Asís y Roma.-3. Mar– cha del alma de.~pués del cese de· la dirección del P. Mariano.-4. ¡Colóqueme en mi centro! Dios con nosotros. M. R. P. Mariano de Vega. Mi venerado y amado Padre: Después de saludarle respetuosamente, pos– trada a sus_ pies espero que me bendiga. 1.-Hoy, 5, he recibido su carta del 2. La otra recibí también con retra– so. Comprenderá que me apena esto; pero sea Dios bendito. También se me hace penosa la dirección por escrito por la dificultad que encuentro en tra– ducir mi interior como necesito y deseo; pero me resigno, si ésta es la vo• luntad de Dios, que por lo visto no se ha manifestado todavía lo bastante a mi P. Mariano. ¡Bendito sea Dios!, y gracias por el olvido \1). Sí, gracias sean dadas a Dios por todas sus adorables disposiciones y permisiones, que acato con resignación y hasta con entusiasmo, aunque parezcan contrarias a mi felicidad temporal y eterna. i Bendita sea la santísima voluntad .de Dios, que amo más que mi vida! 2.-Ya lo creo que estarían muy bien mis maldades bajo las venerandas cenizas del Príncipe de los Apóstoles (2), pues nací en un pueblo colocado (1) En su carta del 2, el P. Mariano no daba una respuesta definitiva a la M. An– geles, reservándose más tiempo para reflexionar, si bien tenía como probable y casi cierto que aceptaría la dirección. Añadía que había tenido por bastante tiempo relegado al olvido este asunto. (2) El P. Mariano, en la citada carta, le anunciaba su pról!:imo viaje a Roma. Como es sabido, la sierva de Dios nació en Zumaya, cuya iglesia parroquial ·está dedicada al Príncipe de los Apóstoles, singularmente venerado por su familia de ella. Cf. Auto– biografía, págs. 13-23.

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