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606 LUIS DÍEZ MERINO ella no hubiera visto al instante el contraste entre su comportamiento y el de aquellos viles atormentadores Él solo en medio de la persecución sufriendo con resignación. Alzando sus manos sólo para suplicar al Padre Eterno el perdón de sus enemigos 49 . 10.7. Madre e Hijo se encuentran en el camino del Calvario Cuando Él se acercaba, ella no pudo contenerse y exclamó: "¡Ay! ¿Es éste mi Hijo? Sí, lo es. Es mi amado Hijo. ¡Oh, Jesús, mi Jesús!" Al pasar delante de ellos, Jesús la miró con una expresión de gran amor y ternura y ella cayó totalmente inconsciente.Juan y Magdalena se la llevaron. Pero apenas volvió en sí, se hizo acompañar por Juan al palacio de Pilatos 50 . 10.8. María y el primer Víacrucis A.K. Emmerick titula este párrafo "Origen de la devoción del Vía Crucis", y es lo que la piedad popular ha imitado como el Vía Crucis hacia atrás, e.d. partien– do del Calvario hasta Getsemaní; dice, en efecto, la visionaria: Mientras duró la comparecencia ante Pilatos, la Madre de Jesús, Magdalena y Juan permanecieron en una esquina de la plaza, mirando y escuchando, sumidos en un profundo dolor. Cuando Jesús era conducido a Pilatos, Juan, junto con la Santísima Virgen y Magdalena recorrieron todos los lugares en los que Jesús había estado desde que lo prendieron. Así, volvieron a casa de Caifás, de Anás, por Ofel a Getsemaní, al huerto de los Olivos, y en todos los sitios donde Nuestro Señor se había caído o había sufrido, se paraban en silencio, lloraban y sufrían por ÉL La Virgen se prosternó más de una vez y besó la tierra allí donde su Hijo se había caído. Magdalena se retorcía las manos y Juan lloraba, las consolaba, las levantaba, las conducía más lejos. Éste fue el principio del Vía Crucis y de los honores rendidos a los misterios de la Pasión de Jesús aún antes de que ésta se cumpliera 51 • A.K. Emmerick propone a la Virgen María, a Juan y Magdalena como los primeros que meditaron la Pasión de Jesús, cuando todavía no había concluido; ellos realizaron el primer Vía Crucis, cuando todavía dicho Vía Crucis no había sido concluido por el mismo Jesús; y lo hicieron a la inversa, deshaciendo el camino que Jesús había realizado. 49 P. Pablo, La amarga Pasión, 93s. 50 P. Pablo, La amarga Pasión de Cristo, 11 Ss. 51 P. Pablo,LaamargaPasión de Cristo, 124.

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