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LOS FRANCISCANOS Y EL ISLAM 103 Los cruzados eran milites Christi, buenos, enfrentados a malvados al igual que las milicias de la paz de Dios movilizaban a los buenos caballeros contra los malos. Tanto la paz de Dios como la cruzada buscaban el restablecimiento del orden divi– no, la una en occidente y la otra en Oriente. Algunas críticas virulentas fueron emitidas por renombrados clérigos, como Pedro el Venerable, el abad de Cluny, contemporáneo de Bernardo. Las razones de las críticas eran diversas. Pedro el Venerable ya estaba preocupado por el problema de la conversión de los infieles, que no era el objetivo de la cruzada. Desaprobaba la conversión obligatoria, ya que la cruzada se acompañó a diestra y siniestra de conversiones forzosas. San Bernardo, el predicador de la segunda cruzada, no estaba exento del reproche por haber instado a la conversión forzosa de los paga– nos, si bien las críticas de estos clérigos no cuestionaban la recuperación de Jeru– salén y la ayuda a los cristianos de OrientelOI. En definitiva, Bernardo pensaba la cruzada en términos espirituales: concer– nía a todos los cristianos, fuesen del rango que fuesen, porque ante todo era un medio para la salvación. 3. Pedro el Venerable (1092/1094-1156) Monje del Cluny. En 1142 viaja a España para encontrase con Alfonso VII. Durante su permanencia se interesa para que un equipo de letrados traduzcan al latín el Corán y de esta manera introducir el estudio del Islam en Europa. El intento de la obra era dar a conocer a los apologistas cristianos el origen, el desarro– llo y la doctrina de la "herejía de los Sarracenos y poder ser rebatida. Escribiendo a Bernardo de Claraval, pugilis Christi en la lucha a la herejía le dice que no hay tiempo que perder: Casi un tercio del género humano, casi medio mundo está infectado por esta peste letal, error de los errores, estiércol de todas la herejías, en la cual han confluido todas las demás diabólicas sectas nacidas desde el tiempo del Salvador a hoy 102 • Y en otra parte de su obra escribe: 101 Cf. G.B. Flahiff, Deus non vult: a Critic ofthe Their Crusade, en Medieval Studies 9 (1974) 163. 102 Petrus Venerabilis, Epístola de translatione sua, en PL 189, 650-652; Idem, Liber con– tra sectam Saracenorum, en PL 189, 663-720.

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