BCCCAP00000000000000000000880

94 SATURNINO RUIZ DE LOIZAGA El no fue sólo hombre falsísimo y mentiroso, bandolero bastante cruel, pésimo espar– cidor de sangre humano, sino también repugnante en su pecado de lujuria: tuvo, en efecto, 15 mujeres libres y dos esclavas, y antes de éstas había conocido otras en el pe– cado [...]. Pero todavía, para manifestar a todos su lujuria, este hombre malvado escribió en su libro que Dios habría dado a sus rehenes una virtud tal en el coito que habría podido igualar a 40 hombres potentísimos 76 • Y abundando en el tema, Fidencio de Padua prosigue y puntualiza y concluye diciéndonos cómo ha sido Mahoma, en el libro del Corán, que ha permitido la más amplia libertad sexual y la poligamia: Existe, pues, tanta lujuria entre los Sarracenos que su intensidad no puede ser explica– da con palabras. Están inmersos en este fango profundo desde la cabeza a los pies y no existe pureza en ellos. Ya que soez fue su profeta..., Él escribió, en efecto en su libro, el Corán: Contraed (matrimonio) con quien os plazca dos, tres, cuatro veces. Conce– dió, pues, que cualquiera hubiera podido tener cuatro mujeres... Uníos, dijo, a vuestras mujeres. Vuestras mujeres, en efecto, son para vosotros como los vinos. To– mad, por tanto, aquellas que os placerá probar 77 • También Bacón, si bien, en el tentativo de un acercamiento "científico" hacia la doctrina islámica, libre de prejuicios y de lugares comunes, nos viene a decir: El legislador de esta secta [la de Mahoma] fue en su vida un hombre vilísimo 78 : en efecto fue un obstinado adúltero, como he escrito también en el libro del Corán; sustrajo con la violencia a los propios maridos y violó toda mujer que le pudiese parecer bella, pero el adulterio está contra toda ley humana y divina, ya que lleva a discordia civil, procura falsos heredes, y por tanto, pone en discusión también el derecho del estado 79 • [...] En lo que respecta después a la santidad de vida y a la perfección, Mahoma se concedió muchos pecados, y no observó perfección alguna de vida, más bien, se entre– tenía en los placeres de la lujuria pensando en sus muchas mujeres, cosa que resulta clara por el Corán 8°. 76 Ibidem, 20. Esta misma afirmación que se viene atribuida a Mahoma se encuentra en la obra de Eulogio de Córdoba y en la Collectio toletana. 77 Fidemio de Padua, Tractatus de Turcis, 21-22. A. Ajdlo, La Croa: e la Spada. I Francescani e11s!am ne! duecento, Napoli 1999, 136. 78 "Vilísimo", palabra que usa también Escoto en el Prólogo de la Ordinatio refiriéndose a Mahoma. Cf. nota 71. 79 Roger Bacon, Moralis philosophia, pars IV, ed. E. Massa, 219. so Jbidem, 222.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz