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92 SATURNINO RUIZ DE LOIZAGA que se habría afanado "para que Dios fuese alabado por todos, para la pacificación de la Cristiandad y para la liberación de Jerusalén", después de haber "expulsado a los Agarenos". Referencia ésta que Salimbene le aplica a Gregorio X, elegido papa en 1272, después de tres años de "vacación pontificia". Su elección fue muy bien recibida. Se encontraba en Palestina cuando fue elegido papa y al despedirse del Oriente, terminó su emocionante alocución con estas palabras: "Que mi lengua se pegue al paladar, si yo no pongo a Jerusalén a la cabeza de todas mis alegrías". Ya en Roma trabajó con no menor intensidad en reunir socorros para los cristianos de Tierra Santa y para mover a los caballeros de Occidente a realizar la cruzada, pero no llegó a realizarse por las divisiones existentes en la cristiandad. No ocurrió, pues, en su pontificado nada de excepcional y el fin de Islam del que tanto se hablaba antes y en tiempo de Escoto, se va a convertir, en cambió, en el fin de la presencia cristiana en Palestina. 2. En lo que se refiere a la religión o filosofía que enturbia las costumbres o la mente, Escoto contra tales impugnadores no inventa nada de lo que ya han dicho otros antecesores 69 • Así, por ejemplo, contra Mahoma y sus secuaces se expresa de una manera bastante dura y áspera, seguramente siguiendo los dictámenes de algunos estudiosos de su tiempo, como Fidencio de Padua y Rogelio Bacón, entre otros, como vamos a ver más adelante. Otros, como los judíos, admiten solamente el Antiguo Testamento. Otros, como los sarracenos, aceptan ciertas partículas de ambos Testamentos, con las que amasó in– contables inmundicias el "inmundo Mahoma" 70 • 69 Así, Pedro el Venerable, escribiendo sobre los musulmanes, nos dice que no conocen el arce de las disputas, pues rehúsan discutir la propia fe por "asnal estupidez", o bien, no las desean "porque prefieren la espada a la palabra", "se limitan a amenazar la ira de Dios y a huir en silencio", cuando no pueden oponerse u objetar nada racional, cf. Petrus Venerabilis, Liber contra sectam Saracenorum, en PL 189, 673-680. En otra parte de otro libro, dicho monje del Cluny [considerado Santo], rechaza la misión profética de Mahoma, ya que carece de una verdadera revelación y de los milagros, llena, en cambio, de indulgencia en todo lo que se refiere a bajezas; es, en fin, hombre "pérfido", "abomi– nable", "bastardo y licencioso", "impío", "monstruoso", se había aprovechado de su presunto poder profético para dominar los hombres más pobres e ignorantes con el único resultado de hacer inaccesible para ellos la salvación, cf. Petrus Venerabilis, Summa totius haeresis Sarace– norum, en PL 189, 654-656. 70 Ioannes Duns Scotus, Ord., prol., n. 9, (ed. Scot., I, 60).