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82 SATURNINO RUIZ DE LOIZAGA guerra. Lulio parece volver una y otra vez sobre la justificación de las cruzadas al servicio de las misiones 34 • En Miramar (Mallorca), Raimundo fundó su propio instituto de lenguas orientales, pero el colegio apenas resistió dos decenios: no era un hombre capaz de permanecer parado por largo tiempo y a este hecho se unieron cambios políticos que motivaron que esta experiencia quedase un tanto obsoleta. Lulio recorrió no obstante toda Europa y buena parte de África, difundiendo sus ideas, sobre todo en el concilio de Viena del 305. La ambigüedad de su pensamiento, su cambio de parecer en el modo de ver las cruzadas en patente en su tratado Líber de acquisi– tione Terrae Sanctae 35 • Raimundo Lulio, a quien se llamó en su tiempo el doctor de las misiones, acabó por rendirse a la evidencia: aunque militó ardientemente por la acción pacífica, los tratados que escribió sobre el tema se fueron convirtiendo con los años en tratados de recuperación de Tierra Santa, en otras palabras, de cruzada. No sólo no recha– zaba el uso de la fuerza, sino que consideraba que había que servirse de ella en Constantinopla. Para el éxito de la empresa Lulio preconiza en Blanquerna la fusión de las Ordenes militares en una sola, que ya había sido proyectada por Gregorio X en el concilio II de Lyón 36 • Así, en un libro propone dos procedimien– tos tan contradictorios como la misión y la cruzada militar, de la misma manera que los papas del siglo XIII fomentaban a la vez las misiones y la guerra santa. En adelante esa fue su política. El pensamiento de la cruzada ultramarina le obsesiona cada vez más, pero lo combina más o menos acertadamente con la idea de la conversión de los infieles. De hecho la dimensión misionera de la cruzada se incluyó en los cánones del concilio de Vienne de 1312, donde Raimundo Lulio desempeñó un papel impor– tante; no solo se trató del asunto del Temple, sino de la cruzada y de la misión. Inspirándose en Ramón Lulio, el concilio decidió que se desarrollase la enseñanza 34 B. Kedar, Crusade and Mission: European Approaches toward the Muslims, Princeton 1984, 190-191. 35 La Petitio Raymundi pro conversione infldelium et recuperatione Terrae Sanctae ad Boni– facium VIII, publicada por H. Wieruszowski, Ramon Lull et l'idée de la Citté de Dieu. Quelques nouveaux écrits sur la croisade, enEstudis Franciscans 29 (1935) [t. 47] 100-103. 36 Cf. Raimundo Lulio, Blanquerna, cap. 80, en Ramon Lull, Obras literarias: Libro de ca– ballería, Blanquerna, Félix, Poesías (BAC, 31), Madrid 1948, 407-408.
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