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18 BERNARDINO DE ARMELLADA- JOSÉ ÁNGEL ECHEVERRÍA noviciado en Bilbao a los diecisiete años. Mi afición al estudio creo que me ayudó a pasar sin traumas los años de estudiante, afirmándose mi vocación de capuchino. Sentí siempre un gran aprecio por los profesores. Entonces no había vacaciones fuera del colegio, eso fue la ocasión de que aprovechara el verano, por ejemplo para estudiar rudimentos de piano. Recuerdo que la visita de un fraile que nos dijeron era "doctor en teología", me dejó algo así como el deseo de lo imposible: ser doctor en teología. Y ya ves. J.Á.E.: ¿Descubre influencias especiales para su futura vida intelectual en la época de sus estudios de filosofía en Montehano y en los de teología en León y Salamanca? ¿Sepodría hablar de algún maestro capuchino que dejó su huella? P. Bernardino: El noviciado fue un paréntesis en mi vida de estudio. Casi sentí ganas de que no acabara a pesar de que era relativamente duro. ¿Masoquismo espiritual? Los años de filosofía -dos en Montehano y uno en León- creo que me dejaron marcado en "búsqueda de Dios a través de las últimas causas'. A través de los libros de la filosofía escolástica -casi todos de línea tomista y con profesores que dejaban una ventana abierta a san Buenaventura y Escoto- yo siempre trataba de asomarme a esa ventana. Sin minusvalorar a ningún profesor y, sólo por citar a dos, mencionaría al P. Enrique Rivera de Ventosa, como modelo de cultura amplia y al P. Agustín de Corniero, como hombre de profundidad de pensamiento. Pasé luego a la Universidad Pontificia de Salamanca, donde obtuve la licencia en teolo– gía los años 1952-1955. Excelentes profesores como José A. de Aldama SJ, Manuel Cuervo OP, Maximiliano G. Cordero OP, Agapito de Sobradillo OFMCap., etc. me ayudaron en mi proceso de formación teológica, aunque yo, al margen de las enseñanzas fundamentalmente tomistas, busqué siempre asegurarme de las líneas franciscanas. J .Á.E.: ¿Cómo recuerda su estancia en el Colegio Internacional de Roma, y sobre todo su paso por la Universidad Gregoriana? ¿QJJ,é estímulos encontró de cara a su tesis doctoral tanto en el colegio, con las clases de teología .franciscana de los PP. Balduinus de Ámsterdam y Hadrianus Borak, como en la universidadjesuítica? P. Bernardino: Mi estancia en el Colegio de vía Sicilia fue, naturalmente, de exclusiva dedicación al estudio e investigación. El P. Adriano Borak, buen cono-

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