BCCCAP00000000000000000000877

14 BERNARDINO DEARMELLADA-JOSÉÁNGELECHEVERRÍA dieron a escribir en sus cuadernos "primer año triunfal", dentro de una visión ne– tamente religiosa de la contienda, típica de las regiones del norte de España, muy católicas y verdadero semillero de vocaciones religiosas y sacerdotales. Como ha quedado sugerido, el maestro le dijo textualmente a su padre: "A este rapaz hay que estudiarle", lo que quería decir que había que darle estudios. Esto en aquella época, la guerra había acabado hacía sólo dos años y las condiciones de pobreza eran generales en España, significaba el ingreso en algún seminario diocesano o re– ligioso para cursar los estudios correspondientes al bachillerato, con la posibilidad ulterior de secundar una posible vocación religiosa o sacerdotal. En Agustín esta posibilidad era real, ya que desde los siete años era monaguillo en la iglesia del pueblo. En León los capuchinos de la provincia de Castilla tenían convento y eran muy conocidos por su predicación y por los hermanos limosneros que recorrían la provincia; en su colegio seminario de El Pardo (Madrid) habían ingresado para entonces otros jóvenes del pueblo. Así Agustín, a la edad de doce años, marchó al seminario, donde cursó los cinco años de humanidades de 1942 a 1947, afirmán– dose en él la vocación para el estudio, en una época en la que los seminaristas no iban de vacaciones a sus casas. A las humanidades en El Pardo siguió el año de noviciado en Bilbao (Vizcaya), donde emitió su profesión temporal en 1948. En Montehano (Santander) y en León cursó los estudios de filosofía (tres años), centrados en el estudio de la filoso– fía escolástica tomista, pero que dejaba espacio a la visión franciscana (bonaventu– riana y escotista). Allí encontró a grandes profesores como fueron los PP. Agustín de Corniero, pensador profundo, y Enrique Rivera de Ventosa, gran conocedor de la cultura y filosofía, tanto antigua y medieval como moderna y contemporánea. En León comenzó el estudio de la teología que continuaría de 1952 a 1955 en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde fueron profesores suyos personalida– des intelectuales muy conocidas de la talla de los PP. José A. de Aldama SJ, Manuel Cuervo OP, Maximiliano G. Cordero OP, Agapito de Sobradillo OFMCap., quienes, a pesar de su acendrado tomismo, no apagaron el entusiasmo del P. Ber– nardino por la teología de neto cuño franciscano. Durante estos años de sus estu– dios teológicos el P. Bernardino emitió su profesión perpetua en la Orden en 1951 y alcanzó el sacerdocio en Salamanca, donde fue ordenado presbítero el 8 de di– ciembre de 1954. Al año siguiente, 1955, el P. Bernardino, aunque había manifestado a sus su– periores su deseo de ser enviado a las misiones vivas de Venezuela, emulando así a otros misioneros coterráneos suyos, fue destinado por aquéllos a continuar sus

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz